• Solɑmente diferentes historiɑs de estɑ cɑrɑcterísticɑ pɑrejɑ. •
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| Contenido homosexual.
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| Una muy breve aparición de M-preg.
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| Leve mención de diversas parejas.
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Clint y Pietro llegaron a su hogar luego de una de sus tantas citas que tuvieron. Decidieron ir a una feria que abrió hace unos días y el rubio cargaba los premios que el menor ganó para él y su pareja.
-Anciano, ¿Sabes cómo se puede terminar aún mejor está salida?- usando su alteración, guardó todo lo que ambos cargaban en sus brazos, volviendo segundos después con una sonrisa.
-Tengo algo en mente. ¿Acaso pensamos lo mismo.- le guiño un ojo acercándose al menor con una idea diferente.
(...)
-No, ahora me doy cuenta que no pensábamos lo mismo.- apreció a su mocoso comer con ansias el helado que obligo a que vaya a comprarle.
-Amor mío, ¡El helado puede arreglar ese mal humor que tienes!- se sentó a su lado y metió un poco del helado de sabor frutilla en la boca del rubio. -Además...También pensé lo otro.- le guiñó el ojo dejando la cuchara dentro del pote para poder tener a su total disposición los labios de su amado, lamiendo lentamente los belfos del mismo para degustar del sabor que quedó por el postre.
-No me provoques, mocoso.- se oyeron risas burlescas por parte del agente, colocando en la misma cuchara un poco del helado de chocolate, dándole a su pareja y después, a él mismo.
Después de unos largos minutos hablando, jugándose leves bromas o guerras de helado, el envase terminó vacío. Aunque cierto platinado continuaba teniendo ese ansiado antojo de fresas, que ese postre no pudo saciar completamente.
Desventajas de ser débil con los pedidos de tu mocoso embarazado. ¿No creen?
-Viejito...- el menor se sentó a un lado de su pareja,
-¿Que sucede, niño?- levantó unos segundos su mirada de las hojas.
-Tienes una sonrisa preciosa, hermosa, bellísima. ¿Estabas enterado de eso?- se sentó en el regazo contrario esperando su respuesta.
-Bueno, no. Pero a la vez si.- dejó el libro en la almohada del velocista y lo miro con una ceja alzada. -¿Porque o que? ¿Acaso quieres más helado?-
El menor solo se limitó a reírse, para luego observarlo con ojitos de cachorro.
-Tienes una sonrisa lindísima.-
Al fin y al cabo, ambos tuvieron una dosis de su postre preferido.
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