ONE SHOTS HAWKSILVER.

⁰⁸

¡Atención! Contenido de Avengers; Infinity war.

Espero que pueda leerse cómo la película, muchas gracias.

-Mocoso, no creo que sea para nada seguro que vayas a esa lucha en tus condiciones. -

El tono de voz del rubio sonaba preocupado. Pero claro, no era muy sencillo notarlo con mala señal en medio de la llamada.

-Anciano, iremos a derrotar a Thanks en Wakanda, ¡Wakanda! ¿Sabes cuánta seguridad tienen allí? No te preocupes, podré cuidarme. - respondió el platinado, mientras acababa de acomodar su prenda superior frente a un espejo que casualmente el quinjet en el que iba, tenía incorporado.

-Maximoff, no seas terco. Jesús. Gracias a Stark logramos que seas fértil, ¡Tienes un mes de embarazo! Ni siquiera debí haberte dejado subir a esa nave. - el agente se oía exaltado mientras hablaba, puesto que en su mente solo aparecían posibilidades negativas de como podría acabar su prometido.

-¡Clinton, basta! Voy únicamente por Wanda, sabes que no me lo perdonaría si le ocurre algo a ella. - informó con seriedad el mellizo, aunque la preocupación se hacía notar con claridad. -Ve a visitar a tus hijos, cariño. Es más, luego les envias un saludo de mi parte a ellos y a Laura. -

-Esta bien...- se dió por vencido el rubio, sentándose en la cama matrimonial a la par que iba acomodandose los zapatos. -...Pero cuídate mucho, muchísimo, Pietro, por favor. ¿Si? Y eso, fue una orden que debes cumplir. -

Por ambas líneas, se escucharon risas cómplices, puesto que esa oración les recordó a una de las tantas fiestas de disfraces en las que habían ido vestidos en conjunto. Unos preciosos recuerdos.

-Por supuesto que sí, anciano. El pequeño bebé y yo estaremos muy bien. Incluso, estarás orgulloso de estos soldados. - inevitablemente, reposo su palma izquierda en el propio vientre con un apenas visible bulto en el.

-Siempre lo estoy, incluso cuando duermes y me pateas. - respondió de manera burlesca el hombre de gafas oscuras, soltando una clara carcajada.

-Después discutiremos sobre las patadas inexistentes de las que intentas culparme, Tasha me esta llamando para irnos. Te mandaré un aviso de vida al final de todo, ¿Si? Adios, amor mío. -

Ojalá el arquero hubiese impedido que vaya allí. Quizás, así todo habría sido más sencillo.

(...)

-¡Wanda!, ¡Mierda!, ¡¿Dónde estás?!- el sokoviano se callo al instante en que pudo oír la débil voz de su melliza. Sin embargo, abrió su boca sorprendido por el estado del robot en brazos de la fémina. -Visión...-

-¿D-Donde está Natasha?, ¿Y tú?, ¿Estás bien o te lastimaron?- preguntó con dificultad por los silenciosos sollozos que escapaban de sus labios.

El primogénito de los Maximoff, se arrodilló frente a la castaña abrazandola, con tal de esconderla en su pecho por unos segundos intentando alejarla de la cruda realidad en la que se encontraban. Igual que cuando eran niños, y los problemas estaban a la vuelta de la esquina.

-Brujita, hey, mírame. - le sostuvo el mentón con un gran cariño, depositando un beso en la punta de su nariz. -Saldremos de esto como siempre lo hicimos. Juntos. - le sonrió confiado de sí mismo, y podría decirse que de sus palabras también. -Ahora, debemos irnos. -

-¿Porque?- Scarletwich lo observó confundida, casi como si aún siguiera en estado de shock. -Pietro, ¿Acaso...?- la mujer se levantó con rapidez al notar la preocupación en el rostro de su hermano.

-Todos están desapareciendo, Wan. Bucky, Sam, Rodhey, T'challa, Strange. - respondió seriamente con un nudo en su garganta, a pesar de no querer exaltarla, le resultaba imposible en este tiempo. -Tenemos que encontrar a Natasha y Steve, luego de eso, asegurarnos que nadie más desaparezca. -

-Hermano, ¡T-Tu mano!- el velocista miró la zona que nombró la ajena. Efectivamente, estaba haciéndose polvo. -Oh no...¡No!, ¡No!, ¡No!-

Apreció por última vez a su brujita, su linda melliza. Sin más, besó su frente, dándose cuenta que mojaba el traje de la contraria con sus lágrimas. No quería hacerla sufrir, pero eso no podía evitarse.

-Te amo mucho, Wanda. Nunca lo olvides...- no pudo continuar hablando puesto que ya no se hallaba allí, solo sus cenizas esparciendose por el aire.

La anterior nombrada esperaba seguir oyendo la suave voz del ruso. Pero nada, solo silencio. Tardó unos momentos en procesar lo sucedido, sin más, no hizo más que arrodillarse en el suelo, volviendo a llorar por perder al hombre que más amaba en su vida, nuevamente.

En cuanto menos se dió cuenta, ella pasaba por lo mismo. Lo último que logró formular, fue el nombre de su pareja, en un vago intento por qué pudiera verla una vez más.

-Natasha...-

(...)

Clint se encontraba extrañado. Su mejor amiga le pidió o más bien, le ordenó, encontrarse en la torre.

Tal vez habrá sido ya que volvía con sus amigos y prometido de aquella misión. En cierto modo, se odiaba por no haberlos acompañado a esa guerra que por derecho, también era suya.

La rubia apareció en el cuarto con un semblante serio, más que de costumbre.

-Nat, me alegro tanto que estés bien.- abrazó a la nombrada con alegría, verificando que no tenga algún daño.

-Debo decirte algo.- murmuró, correspondiendo minutos después aquella muestra de afecto.

-Bien, ¿Que sucede?- observó la sala esperando hallar al hiperactivo de su mocoso. Y al no hacerlo, fijó su vista en la rusa. -Natasha. ¿Porque Pietro no se encuentra aquí?-

-Thanos lo hizo.- susurró con odio, apretando sus puños del coraje. -Él lo causó todo.-

-¿Pietro...?- preguntó, pero no hubo alguna respuesta. -Romanoff, ¡Responde!- la sacudió por los hombros al ver que la rubia se encontraba en un pequeño shock, intentando así, conseguir una respuesta a su pregunta.

-¡SE FUE, CLINT!, ¡DESAPARECIÓ JUNTO A BUCKY, STRANGE, PETER Y...!, Wanda. - suspiró dolorosamente al decir el último nombre.

-No...No puede ser.- se arrodilló en el suelo, sosteniendo sus cabellos rubios inconscientemente. -Debe de ser alguna broma suya, ¿Cierto? Una de sus...Estúpidas bromas.- sintió cómo su voz se quebraba al pronunciar lo dicho.

La espía se colocó a su lado, dándole un abrazo, dejando escapar esas lágrimas que llevo guardadas todo el viaje.

-Lo lamento, lo lamento tanto.- siguió con el abrazo, escondiendo su rostro en el cuello ajeno. -Ya no hay nada que se pueda hacer...Se llevó lo que más amabamos.-

Cueste lo que cueste, acabaría con ese Titan por haber hecho desaparecer algo tan importante como lo es su esposo para él. ¿Cómo pudo atreverse?