La Jugadora

+× EPÍLOGO ×+

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POV ROSÉ

Seis meses después.

—Es extraño verla llevando ese jersey —dije, mirando al abuelo de Lisa, que estaba sentado a mi lado con el mismo.

—Ese es el jersey que nació para vestir —respondió él bruscamente.

Me reí del anciano gruñón a mi lado. Después de un par de meses de estar en casa en Nueva York, sorprendí a todo el mundo al entrar en Winsor con mi renuncia. Nancy no fue sorprendida por esto y se ofreció a dejarme trabajar desde casa. Le dije que casa pronto sería Barcelona, y ella insistió en que mantuviera mi trabajo de todos modos. Por lo menos temporalmente, hasta que pudiera encontrar algo más que hacer y ella podría encontrar un reemplazo. Lisa se sorprendió por la noticia. Y exaltó. Se había mantenido fiel a su palabra y no había traído el tema de mudarnos ni una vez, pero de vez en cuando me gustaba volver a casa para el almuerzo y la capturaba caminando por la sala de estar mientras veía un partido. Siempre que se hacía una mala jugada o se perdía un gol, todo el edificio la oía gritar. Pensé que en cualquier momento iba a sumergirse en la televisión y aparecería al otro lado de la pantalla.

Pasamos mucho tiempo con su madre, que era una de las mujeres más dulces que había conocido. Hablaba mucho de ser una madre de fútbol y estar tan orgullosa de Lisa cuando decidió mudarse con sus padres en Barcelona para seguir sus sueños. —¿Quién tiene grandes sueños a los catorce años? —había dicho con lágrimas en los ojos. Cuando no estaba cerca, me habló de la culpabilidad que llevaba por no obligar a Lisa y a su padre a reconciliarse—. Lo he intentado, pero ambos son tan tercos.

A pesar de sentirme un poco culpable por mantener a Lisa fuera del campo durante tanto tiempo, una parte de mí estaba feliz de estar en Nueva York y lejos de todo lo que venía con su exigente carrera. Necesitaba tiempo para curarse y estar con su familia mientras se afligían. Al igual que yo necesitaba tiempo para sanar y aceptar completamente a mi padre en mi vida. Había estado emocionada cuando le dije que nos estábamos mudando. Solo por un tiempo, dije. Volveremos antes de que lo sepas. No estaba segura de cuánto tiempo tomaría, pero cada vez que la multitud gritaba War Zone y la cámara me enfocaba a la cara durante el juego; lo que para mi vergüenza era mucho, Lisa miraba a la pantalla y me lanzaba un beso. Cada vez. Y cada vez que me sentía derretir un poco más.

—No has comido nada —dijo su abuela mientras se unía a nosotros en la suite.

—Estoy bien.

—¿Estás segura? —Su mirada cayó sobre mi estómago.

Me reí. Todavía no estaba embarazada, pero era lo único de lo que ella hablaba. Y su mamá. Y la mía. Y ahora mi hermana recién embarazada.

—Estoy segura respondí —sonriendo.

—Solo estoy revisando —dijo ella—. ¿Crees que anotará hoy? El anciano hizo callar a su esposa.

—Le traerás mala suerte.

Cuando Lisa estaba frente a la meta y la multitud comenzó a cantar War Zone, War Zone, War Zone, salté de mi asiento y junté mis manos, cantando en silencio con ellos. Mi corazón estaba en mi garganta mientras la veía driblar a la derecha y escapar de su oponente, luego a la izquierda, y, finalmente, con dos tipos a cada lado de ella, saltó y pateó.

La multitud se volvió loca. Mi corazón se elevó cuando la vi correr por el campo con los brazos hacia arriba mientras sus compañeras corrían hacia ella y la abrazaban. Sonreí ampliamente. Adoraba al nuevo club, e incluso el viejo club había aprendido a aceptarme y me recibió con los brazos abiertos cuando volvimos. Las esposas eran agradables, sus hijos eran adorables, y sus compañeras tenían un gran respeto por Lisa que no podía hacer nada más que adorarlos también. Lisa miró hacia donde sabía que estábamos sentados y sopló un beso con la mano, gesticulando las palabras: "Ese era para ti".

Soplé un beso a pesar de que sabía que no podía verme. La amplia sonrisa en su rostro me hizo pensar si lo sintió.

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POV LISA

Periodista: —¿Así que los rumores eran verdad después de todo?

Me reí entre dientes, recostándome en la silla. —¿Qué? ¿Qué rumores?

Periodista: —Ah, no hay necesidad de ser tímida. Eres una mujer casada con un nuevo contrato en una ciudad nueva. El mundo entero ha estado siguiendo tu historia durante meses.

Seguí sonriendo mientras la miraba. —¿Qué historia sería esa?

Periodista, riendo: —Todo lo que acabo de decir. Barcelona parece haberla acogido con los brazos abiertos, los aficionados han dedicado varias cuentas de medios sociales solamente a ustedes dos. La llaman su reina.

Inclinela cabeza. — Tendrán razón en llamar la así. Ella es mi reina.

Periodista: —Dicen que se necesita una reina especial para domar a un dragón, cuéntanos más sobre tu chica de Nueva York.

— Mi chica de Nueva York —dije lentamente con una sonrisa en la cara—. Bueno, si crees los rumores, supongo que sabes que no es mi chica de Nueva York. Ella es mi vida, y la razón por la que estoy de vuelta en el campo.

Periodista: —¿Algún plan para formar una familia? Leí en algún lugar que ella quiere adoptar.

—Lo hacemos, en realidad. También estamos explorando la posibilidad de tener propios. —Dije mire a la cámara —. Pero por ahora, solo estamos persiguiendo momentos juntas. Después de todo, ¿no es de eso de lo que se trata la vida?

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¡Lo he terminado, al fin!
- Gracias por leer ♡.