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Apenas y había vivido dos décadas exactas, hace mes y medio

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Apenas y había vivido dos décadas exactas, hace mes y medio. Era un bebé en el cuerpo de un adolescente, que no era capaz de volar con libertad por temor a fallar. El anillo en su dedo anular le recordaba que ya no era más aquel chiquillo con sueños y metas por alcanzar, libre de hacer lo que le venga en gana. No accediendo ello al ser consciente de la reprensión que se ganaría de su padre. Un padre que anteponía su trabajo por encima de su familia. Creyéndose con el derecho de manejarle a él y su madre cual títeres, por el simple pretexto de ser quien aportaba el sustento al hogar. Uno que iba en descenso día a día.

Vio en Milo la oportunidad de emprender vuelo. Fue su vía de escapatoria. Pero acabó enamorándose como un loco de aquel griego de profundos ojos turquesas. Tan parecidos a una pantera salvaje, acechándole en las sombras a la espera de recibir la más mínima señal de aceptación para saltarle encima y hacerle suyo con ferocidad, como el felino salvaje que es.

Arrastrando con parsimonia sus delgados dedos por el vidrio del retrato entre sus frías manos preciso a la tensión, moquea. Determinado a no hundirse con mayor ímpetu en aquel pozo sin fondo. Necesita hallar una salida, curarse y amarse a sí mismo. Sólo así puede dar amor a su marido. El que tanto merece por amarle, como sabe, lo hace.

Milo Andreato es el hombre que desea le sostenga la mano al morir y abandonar este cruel mundo.

A una edad temprana, es plenamente consciente de la magnitud de sus pensamientos y decisiones. Llevando hasta su pecho la fotografía, sonríe nostálgico, mientras una última y cristalina lágrima desciende por su ojo derecho. Poniendo fin a su angustia. Abrazándola con todo el vigor que creía inexistente en su organismo, refutando a soltarla.

Por qué aquella imagen de ellos juntos en el altar, con rostros nerviosos y pulso acelerado le hace recordar el inmenso sentimiento que crece a paso acelerado en su órgano vital, teniendo como destinatario a su compañero de vida.

Representando lo mucho que se aman y necesitan, llegando a dar incluso su existencia en este mundo por el otro, sin pensarlo dos veces.

Un individuo al que no está dispuesto a dejar ir. Al menos, no sin antes luchar, y hacerle ver que también ha caído a sus pies.

 Al menos, no sin antes luchar, y hacerle ver que también ha caído a sus pies

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Anorgasmia © °°CaMilo°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora