¡Bonito imbécil!-Cómo se atreve a proponer semejante estupidez y más enfrente de su novia- sigo despotricando mientras limpio una de las mesas del club, gracias a Dios, la fiesta no duro mucho luego del bochorno que Stiven me hizo pasar, es que no entiendo el porqué de su obsesión con que yo sea una prostituta.
Termino mí turno y me dirijo a mí cueva, estoy molesta y nisiquiera sé a qué se debe, pero algo me molesta, la imagen del señorito entrando del brazo de la peli negra aparece en mí cabeza, pero lo apartó rápidamente, era obvio que tendría pareja, como semejante hombre sería soltero.
¡Y por supuesto que no estoy celosa! Digo parada en la puerta.
-Si lo estás- di un respingo al escuchar a alguien responder, asumía estar sola o que almenos los vagabundos que ocupaban mis escaleras, estuviera lo suficientemente borrachos.
-y tú que haces aquí?- le reprochó al Stiven, mientras me giro de espaldas a la puerta de mí apartamento, la vergüenza me corroe al ver cómo mira a todos lados con una mueca de asco plasmada en el rostro, siempre trato de mantener mí casa y su entrada limpia, pero no puedo decir lo mismo de mis vecinos, así que no me estraña.
- Después de dejar a mí novia altamente alcoholizada en su casa, quise volver y traerte a la tuya, es muy tarde y es peligroso el que andes sola.
-mmm ya, y por eso esperaste que llegara a casa y aparecer como un fantasma, tiene lógica- le dije girando sobre mis pies y abriendo la puerta, él me siguió adentro sin esperar invitación.
-No, tú compañera dijo que ya te hubieses ido y me dio la dirección para que viniera a asegurarme de que llegaras a salvo- lo mire escéptica.
-stiven, no es que te conozca de toda la vida, pero no me pareces la clase de persona que se preocupe mucho por el bienestar del prójimo, en honor a la verdad, nose como aspiras a ser político.
-Eres buena juzgando mí querida Melek, en realidad estoy aquí porque te quiero coger-
Me quedé perpleja ante el desenfado con el que pronunció dicha oración y luego le dedique mí más hipócrita sonrrisa.- Me temo que tendré que rechazar tú alagadora oferta, pero tendré que rechazarla. Normalmente un chico tiene que agradarme para llevarme a la cama, y tú no llegas ni a eso querido, así que te agradezco que desaparezcas de mí vista-
Corté los dos pasos que me separaban de la puerta y la volví a abrir indicándole que lo quería fuera de mí estancia.
-Eres una hipocrita- dijo mientras se acercaba a mí - Sabes que con el beso que nos dimos hace unas horas me quedo más que claro que no me eres para nada indiferente, es más, podría apostar que te gustó tanto como a mí-
- Sabes besar y nada más- respondí sin titubear, con mí padre aprendí a hacer frente sin demostrar emociones y me siento orgullosa de ello - Ese beso fue como cualquier otro, nada especial y me parece lo mejor dejarlo en el olvido- una sonrrisa surcó su rostro.
- y los celos también me los imaginé- camino hacia la puerta, pero antes de salir volvio a mirarme de frente - piénsalo cariño, puede que esto sea bastante beneficioso para ti y puedas nose, buscar un mejor sitio donde vivir, está ratonera no es apta para la "Dama de rojo"- note la pizca de burla en sus palabras, y me apresure a cerrar la puerta a sus espaldas.
Nosé lo que se trae Stiven conmigo, pero lo cierto es que ya no me está gustando para nada, nose porque su manera de hablar me hizo recordar y en serio necesito enterrar mí pasado.
Con esa convicción me voy a la cama y sorprendentemente duermo tranquila, esperaba durar toda la noche rebobinando mí vida, pero no fue así y es una buena señal .
Me visto con lo primero que encuentro y salgo a enfrentar el día, las propinas de anoche fueron en extremo generosas, así que aprovecharé y haré algunas comprás.
Compro lo necesario para los próximos días y me siento feliz de tener algo decente en la nevera, hoy me levanté de muy buen humor, así que me dispongo a realizar el aseo y deshacerme de algunos trastos que ya no tienen salvación, coloco un nuevo espejo en el lugar del que estaba roto y coloco unos cogines nuevos, no es mucho lo que pude comprar.
Me coloco en la puerta de entrada desde donde se puede ver todo el espacio y en serio se mira mucho mejor, y eso mejora aún más mí ánimo.
Hoy es mí día libre en el club y me dispongo a cocinar algo ya que Anto se encuentra en camino hacia acá. Estoy entretenida en mí salsa, para hacer un rico lman, es mí especialidad, y a mí Anto le encanta.
Escucho la puerta de entrada y me quedo tranquila remeneando la salten.
-Anto, espero y hayas traído las berenjenas, está salsa está quedando deliciosa hoy si que te chupas los dedos- me giro al no obtener respuesta y la cuchara cae al suelo cuando veo la figura que se encuentra frente a mí.
- La paz sea contigo, querida-
Chicas, aquí nuevo capitulo, espero que les guste 😘😘😘
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seduciendo mi inspiración.
De Todo-señorita, es usted conocedora de la justicia?- -por supuesto señor- -haaa, y digame. ¿es usted prostituta?- -¡NOOOO! como se atreve a...- -y si es usted conocedora de la justicia y nisiquiera es prostituta, porque demonios le ha hecho pensar a med...