Basada en las serie Battlestar Galáctica y la Batalla de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial.
Es la historia del escuadrón 99 de Viper, durante la batalla por la posesión de Tauron durante los primeros días del holocausto cylon.
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...seis meses antes del ataque Cylon, bar "Cygnus", ciudad de Paylin, Picon...
Dos jóvenes amigas sentadas en una mesa, al lado de una ventana que deja entrever las iluminadas calles...
- Así que Tauron..., ¿Cómo se lo ha tomado Becka? No creo que le agrade demasiado ir a ese páramo. – Interrogó "Starbuck" a su amiga.
- No muy bien, ella es feliz en Caprica, su carrera..., te puedes hacer una idea, Kara, no va a ir conmigo, no de inmediato. –
- Vamos Winnie, alguna vez tiene que ceder ella, tu siempre sacrificas todo por ustedes. –
- Una vez instalada, espero poder convencerla, al menos llegar a un arreglo de tiempo compartido. –
-No puedes dejar de lado esta oportunidad, Winnie, vas como XO del escuadrón 99, para la próxima rotación serás la comandante. –
- No lo dejaré pasar, pero ya, basta de hablar de mí, oí que te trasladas a "Galáctica", ¡Esa si es una oportunidad! – exclamó Winifreda Arthur, alzando su botella de cerveza en amago de un brindis.
- El "viejo" me lleva con él. –
- Adama siempre te tuvo aprecio, fuera de lo sucedido con Zak, te considera una hija. Eres familia. –
- El problema no es él, Saul Tigh está como XO, no va a ser un juego, ese borracho me odia. –
- ¡Lo harás bien, eres la mejor..., después de mí, claro... -
Ambas sonrieron, chocando sus botellas en un entusiasta brindis...
- ¡Por los buenos tiempos que vendrán! ¡Por ti Winnie! ¡Salud! –
- ¡Por nosotras! ¡A tu salud, Kara Thrace! –
... noveno día después del ataque Cylon, Base 86...
Para muchos, era una agradable innovación. Para otros, casi una afrenta para la rigidez militar y la disciplina de una base aérea. De una forma u otra las Fuerzas Auxiliares de Reserva de Tauron habían llegado.
Todas las personas en capacidad de empuñar un arma o brindar algún servicio iban a ocupar de ahora en más todos los puestos no combativos, convirtiéndose en un valioso apoyo de indudable eficiencia.
No solamente las actividades de servicios como cocina, limpieza y sanidad, sino también otras como control de operaciones, comunicaciones y muchas más, estaban a cargo ahora del grupo de reservistas.
Naturalmente hubo extrañeza, oposición y críticas de todo tipo...
- Lo único que nos faltaba. ¡Como si no existieran suficientes problemas con la disciplina! – mencionó con disgusto la teniente Arthur, viendo descender de un transporte a una docena de mujeres vestidas con uniformes de servicio demasiado nuevos y con rastros de haber sido entregados de apuro.
