Petra Ral se observó a sí misma frente al gran espejo que había allí exclusivamente para ella, las estilistas llevaban un par de horas vistiéndola, maquillándola y decorando su cabello con algunas flores frescas cultivadas especialmente para la ocasión. Sin embargo, su cuerpo se sentía tenso y su cabeza comenzaba a punzarle por el inminente estrés. Se preguntó a sí misma si lo que estaba a punto de hacer estaría bien, ya que estaba a solo minutos de sellar su destino para siempre.
La puerta fue tocada ligeramente y Petra volvió a sentir ansiedad cuando su padre la vio y sonrió completamente emocionado, su pequeña princesa iba a contraer matrimonio ni más ni menos que con el poderoso empresario Levi Ackerman.
Levi Ackerman, heredero de la mundialmente aclamada viña que producía uno de los mejores vinos del mundo que llevaba su apellido y que era rostro del año en Forbes como la joven promesa de los negocios más multimillonarios del mundo gracias a la gran cantidad de acciones que manejaba en su rubro.
—Estás radiante, cuando Levi te vea quedará aún más enamorado de lo que ya está —comentó su padre tomando sus pequeñas manos entre las suyas con absoluto cariño parental.
—¿Tú crees? —preguntó Petra coloreando sus mejillas de un dulce rojizo.
—Por supuesto, ¿no te has visto al espejo? Pareces una pequeña hada, tanto que me enoja un poco que dejes nuestra casa para vivir con él a partir de ahora.
Petra comenzaba a marearse, era demasiada información que tenía que procesar en tan poco tiempo. Suficiente había tenido con los preparativos de la boda, vestidos, invitaciones y todo para ese momento el cual solo era el comienzo...Luego vendría la boda, la luna de miel, armar sus maletas para mudarse con su esposo y después futuros hijos...
La mujer se sintió cansada repentinamente y tomó asiento por un momento, pero pronto recuperó las energías y se puso de pie rápidamente con una sonrisa para alivio de su padre.
—¿Estás lista, mi preciosa? —preguntó su padre extendiendo su brazo para que su hija lo tomara.
—¿Padre, me amas? —preguntó Petra de pronto.
—Hija mía, ¿qué preguntas son esas? Claro que te amamos, eres nuestra única hija y hemos tratado de consentirte en todo con tal de que seas feliz.
—Gracias, recordaré eso toda mi vida. Yo también los amo.
Petra aceptó gustosa el galante brazo de su padre y caminó hasta donde quizás todo cambiaría. La boda se realizaría en el mismo viñedo, aunque al otro extremo por lo que la perfecta arquitectura conectaba cada uno de los salones hasta el inmenso jardín en el que sería llevado a cabo el matrimonio. Petra sonrió con dulzura, podía oír los murmullos expectantes mezclándose con el ligero sonido de arpas, entonces las puertas se abrieron con delicadeza donde finalmente la marcha nupcial dio su inicio.
Levi sonrió entrecerrando sus ojos por un instante al ver a su prometida, solo unos metros le separaban de ser marido y mujer, Petra sintió ansiedad y una inconmensurable alegría, al fin estaba llegando el momento que más había soñado en los últimos meses, ella contuvo las lágrimas en todo momento. Dirigió la vista hacia los costados y aquella mujer no estaba, pero Petra ya no tenía tiempo para ella. Maldita sea, Levi se veía de ensueño, su cabello iba peinado ligeramente hacia atrás, enfundado en un exquisito traje confeccionado a medida que moldeaba a la perfección su estilizada figura, se veía como un hermoso príncipe esperando por su hermosa doncella. ¿Doncella? Qué anticuado era eso pensó de pronto Petra, tal parecía que el juego había llegado a su fin. Las piezas estaban en su lugar y ahora era turno de ella para hacer una última jugada.
ESTÁS LEYENDO
Sabor Audaz [Levihan/Historia completa]
FanfictionElla, con taninos azucarados en sus salvajes labios. Él, con un breve matiz ácido en su mirada. Un vino perfecto al paladar, ideal para toda ocasión. La mezcla de ambos logra un perfecto equilibrio, con elegancia y aroma intenso. Cierta boda está...