Sabor Audaz [Levihan/Historia completa]

14- Guerreras y príncipes

Hanji tenía el corazón adolorido de angustia luego de esa última discusión con Levi, pero eso no fue impedimento para que a la mañana siguiente ella tomara algunas de sus cosas personales junto a sus maletas para dirigirse a la capital. Regresar a la ciudad después de pasar el verano y parte del otoño en su pueblo natal le hacía replantearse muchas cosas.

El paisaje cambió conforme pasaron las horas, de verdes senderos pasó a enormes edificios, una ciudad gris donde el otoño se sentía mucho más frío, donde la gente parecía demasiado individualista con sus caras pegadas a sus teléfonos inteligentes mientras caminaban en masa por la ruidosa ciudad.

Afortunadamente, regresar a su pequeño piso en la ciudad no era tan malo. En su hogar había aún esa calidez que le recordaba que incluso si estaba lejos de los suyos, aún había un lugar en aquella fría ciudad en el que ella pudiera sentirse en casa.

Hanji encontró sobre la mesa una pila de cartas, recibos, entre otras cosas ordenadas por fecha. Evidentemente Moblit había dado algunas visitas para asegurarse que todo estaba bien.

La castaña agradecía enormemente su amistad con Moblit, una con bastante confianza porque desde su época universitaria su amigo contaba con una copia de las llaves de su piso, incluso sus plantas estaban más preciosas de como ella recordaba. Al parecer alguien se había tomado la molestia de regarlas constantemente además de moverlas de vez en cuando para que tomaran luz solar.

—¿Moblit? —llamó en voz alta Hanji.

Algo parecido a un pausado ronquido se escuchó y entonces Hanji vio a Moblit dormido en una posición incómoda en su pequeño sofá y ella sonrió enternecida para ir por alguna manta para cubrirlo.

***

Eran casi las nueve de la noche cuando la madre de Hanji salió a abrir la puerta y se sorprendió un poco al ver a Levi Ackerman tras ella.

—Levi, buenas noches. Hanji no está —informó la mujer —Ella partió esta mañana a la capital. ¿No te lo dijo?

Levi dibujó una mueca triste en el rostro y no, él no lo sabía.

—Buenas noches, señora Zoe. ¿Está Petra?

—Imagino que sí, ella debe estar en su habitación. Pasa por favor.

Levi asintió y siguió a la madre de Hanji, hasta que ella se detuvo frente a la puerta de una habitación y tocó ligeramente.

—Petra, cariño. Levi Ackerman te busca.

De inmediato la puerta se abrió y una curiosa Petra sacó su cabeza para corroborar si eso era cierto.

—Muchas gracias, señora Zoe. Levi, no te quedes parado ahí como un tonto, adelante —comentó Petra invitando adentro a Levi.

Petra cerró la puerta y la señora Zoe tuvo un extraño presentimiento, pero por más que intentó oír la conversación pegando su oído a la pared ella no lograba oír nada fuera de lo común.

La verdad es que la habitación de Petra era bastante pequeña por lo que no había suficiente espacio tal vez para dos personas. Petra se acomodó sobre la cama donde ella se entretenía anteriormente junto a algunos libros y Levi tomó asiento en la silla libre frente al tocador.