Sabor Audaz [Levihan/Historia completa]

18- El frío entre los dos

Petra despertó sintiéndose confundida y se sorprendió al reconocer el lugar, ella se levantó con lentitud y al abrir la puerta se encontró con dos sujetos quienes eran los encargados de vigilarla específicamente a ella. Al cabo de un rato, esos mismos hombres le pidieron que se dirigiera hacia donde esperaban por su presencia.

La pelirroja tenía una idea de quién podría ser y al abrir la puerta solo pudo corroborar sus sospechas.

—Padre... —murmuró Petra, un tanto mareada aún.

—Siento realmente la forma, pero no se me hace gracioso saber que llevas un par de meses en el país y yo ni enterado estaba —comentó su progenitor.

—Tanto tiempo sin vernos, veo que ya eres una adulta —saludó Nile Dok esbozando una sonrisa.

Ese último comentario sonó extraño, pero Petra lo ignoró por completo. Estaba más preocupada pensando qué podría tramar su padre en esta ocasión.

—Tu tío, vino a visitarnos. ¿No es agradable ver a la familia de vez en cuando? —preguntó el señor Ral bebiendo un poco de brandy en la comodidad de su sofá.

—Padre, lo lamento por no avisar antes sobre mi llegada. ¿En qué puedo ayudarte? —dijo Petra perdiendo un poco la paciencia.

—Esa es mi hija, muy intuitiva por lo demás. Verás, tu tío está próximo a ser candidato a la presidencia y sus asesores requieren gente joven que le rodee para hacer visualmente a una persona más cercana y unida con los suyos... Estrategia publicitaria, por lo demás.

—¿Y yo qué tengo que ver con esto? —preguntó la pelirroja de manera confusa.

—En la habitación continúa, te esperan los estilistas que ya tienen todo preparado para ti. Hoy será tu sesión fotográfica junto a Levi Ackerman para hacer el anuncio formal. Te casarás con él, la siguiente primavera. Lo quieras o no.

***

Hanji se dejó caer junto a un viejo árbol, el llanto la asfixiaba de una manera que era imposible de controlar.

Pero mientras más lo pensaba, más sentido le hacía los últimos hechos transcurridos. Eso explicaba la extraña y rápida forma de Levi de solucionar las cosas cuando todo se había vuelto un maldito desastre, de seguro tenía que ver también con que ella saliera de prisión sin ir a un juicio como ameritaba la situación. Como lo haría cualquier ciudadano común que infringe la ley pese a que sea bajo el emblema de una buena causa.

Levi había cambiado su libertad a un precio, a un precio que ella no podía soportar.

Ni mucho menos podía entender.

Había pasado unos días increíblemente bellos a su lado y ahora todo se desmoronaba con una rapidez impresionante.

¿Con qué cara iba a regresar a su pueblo luego de saber aquello?

Tampoco podía imaginarse a Petra, en lugar de ella, caminando hacia el altar.

Hanji escuchó unos pasos acercarse, pero no tenía caso seguir huyendo, debía afrontar a Levi por muy doloroso que fuera saber la verdad.

—Incluso si llego a casarme con alguien más, solo te amaré a ti —murmuró Levi atreviéndose a contenerla entre sus brazos.

Eso no era precisamente lo que Hanji hubiera deseado oír, sonaba tan conformista que le parecía increíble que fuera Levi quien dijera esas cosas.