➤ E 。

1.6K 168 27
                                    

"E" de "Estrés"


ㅡ ¡Ugh, no! ㅡgritó con fuerza.

El grito resonó por todo el laboratorio, dejando de lado seriedad y el silencio fúnebre que se había creado en todo su entorno.

La de cabellos oscuros se levantó de un pequeño salto de la cómoda cama en la que se encontraba leyendo uno de los mangas de su escritor de novelas de terror favorito, Ito Junji. Puso sobre sus pies un par de pantuflas de conejitos grisáceos, se frotó uno de sus ojos dejando el manga a un lado, se levantó y caminó hacia la puerta; la abrió y se dirigió al largo pasillo con pereza, un par de escaleras, muebles, puertas y gente dulce de sirvientes después, llegó a su destino.

ㅡ Tus gritos se escucharon por todo el reino...

ㅡ El castillo está diseñado para que nadie escuché las cosas que suceden adentro, así la gente dulce no va a preocuparse jamás ㅡdijo, aunque aún estaba enojada y su respiración se oía agitada, se las arregló para hablar con tranquilidadㅡ Pensé que dormías...

ㅡ No, no puedo si no estás para abrazarte... ㅡmurmuró, acercándose por detrás para abrazarle la cintura, su barbilla en el hombro contrarioㅡ ¿En qué tanto trabajas?

ㅡ Es una poción para una nueva enfermedad que contaminó el reino ㅡexplicóㅡ Necesito una cura antes de que sea demasiado tarde...

ㅡ ¿Hablas de la que descubrimos hace diez minutos cuando volvíamos de nuestra caminata? ㅡpreguntó, la de cabellos con olor a fresas no contestóㅡ Bonnie, sólo pasaron diez minutos, te encerraste cuando volvimos, dijiste que estaríamos hablando de la cita que preparé para ti.

ㅡ Lo sé, cariño; pero... ㅡse volteó, intentando excusarse, pero en lugar de encontrarse con la cara enojada y adormilada de su pareja, sólo encontró su mano.

ㅡ Ahórratelo, princesa... ㅡdijo, mirando a otro lado.

Las lágrimas que se formaron en sus ojos hicieron añicos el corazón de Bonnie, suspiró viéndola marcharse, miraba sus pies irse, sin la necesidad de tener que decirle nada más. Sabía que estaba enojada, sabía que no valía la pena volver a discutir por éso otra vez...

Ya había ocurrido, sí... Bueno, unas ciento treinta y cinco veces desde que Marceline empezó a vivir con Bonnibell, desde que dormían juntas en la misma habitación y Mentita llegaba adormilado (pero atento, de todas formas) a llamar a la pelirosada por los problemas que habían estado azotando el reino. La de cabellos azabaches tomó una pequeña libreta, anotó en ella el número "ciento treinta y seis" y, después de dos puntos, escribió; "enfermedad estúpida, sólo un resfriado".

ㅡ Sólo un resfriado estúpido... ㅡsuspiró.

Se encontraba sola en la habitación cuando, de repente,la puerta se abrió; volteó a ver qué era y abrió sus ojos algo grande cuando vió a su novia con los ojos algo hinchados y rojos, y su pijama puesto.

ㅡ ¿Vamos a la cama? ㅡsu voz sonada algo ronca.

Sin mediar palabra, se metió entre las sábanas y la de cabellos negros la siguió. Se metió bajo las sábanas y estiró los brazos hasta tocar la cintura de su pareja, aferrándose a ella cómo si fuera lo único importante en su mundo (aunque así era).

ㅡ L-Lo siento... ㅡdijo, entre un suspiro y un sollozo.

ㅡ No te disculpes, debería ser yo la que lo hiciese... ㅡmurmuró, abrazándose aún más a su cintura.

ㅡ No, de verdad lo lamento, estoy muy estresada últimamente... ㅡsusurróㅡ Sólo... Quiero darte lo mejor de mi, quiero que tengas lo que te mereces y quiero que te sientas bien mientras estás conmigo; pero no puedo darte todas ésas cosas... Aunque así lo desee todas las noches por el resto de mis días ㅡexplicó, al borde de nuevas lágrimas.

ㅡ No importa lo que hagas, intentas proteger a tu gente, y lo entiendo; realmente, lo entiendo... ㅡsusurró, besando uno de sus hombrosㅡ No quiero que te ocupes de mi, sé cómo cuidarme, pero... ¿Por qué no cuidas de ti, también?; el estrés es malo, no quiero que termines en el hospital o algo así, ¿sabes?

ㅡ Está bien...

ㅡ Cuando estés estresada, ¿por qué, mejor, no me llamas?; intentaremos resolverlo juntas, beberemos café, te ayudaré en el laboratorio, te ayudaré con tus deberes de princesa; por favor, déjame ayudarte ㅡcasi suplicó, acariciando el cabello rosado de se amante.

ㅡ E-Está bien ㅡsusurró, formándose una sonrisa en sus labios.

ㅡ Bien, ahora; vamos a dormir un rato, mañana seguro será un largo día...

La de cabellos rosas se volteó sobre si misma para apoyarse sobre el hombro de la de cabellos oscuros, se abrazó a su cintura, dejó un casto beso en el cuello contrario y cerró sus ojos, apretando la frente contra el cuello de su pareja; respiró el suave, pero fuerte, aroma a menta y limón de su perfume y al poco tiempo cayó dormida.

ㅡ ¿Estás dormida? ㅡpreguntó la de ojos carmesíㅡ Bien, éso pensé... ㅡsuspiróㅡ Voy a protegerte, aunque me cueste la vida entera ㅡmurmuró sobre el cabello rosado de su parejaㅡ Haré lo posible y lo imposible por ti.

Le sonrió, aunque sabía que no podía verla u oírla, pero de todas formas lo hizo.

✧ '𝗮' 𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿 '𝗮𝗺𝗼𝗿' ❚ bubbline. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora