El estímulo del hombre vergonzoso para cambiar

Capítulo 75

Después de unos cuantos jadeos, Mu Xueshi se dio cuenta de que había perdido el control de sí mismo. Como un robot, giró lentamente la cabeza hacia Su Ruhan, y con una risa incómoda, dijo: "No estoy hablando de ti. Eso... Hehe..."

Su Ruhan estuvo bebiendo té tranquilamente a un lado hasta que vio que la expresión de Mu Xueshi cambió varias veces después de que se despertó y rugió alocadamente como si nadie más estuviera presente en la habitación. Su mirada de enfado era un poco extraña, pero también era divertida y adorable.

Mu Xueshi tenía miedo de que Su Ruhan le echara una mirada de asco. Cuando estudiaba antes, sabía que podía ser extraño a veces. Durante ese tiempo, sus compañeros de clase a su lado lo tomaban implacablemente como una persona estúpida, loca, tonta y carente. Estas palabras fueron marcadas sin fundamento en él. Incluso si estaba tan deprimido en ese entonces, a esos compañeros de clase no les importaban sus sentimientos en absoluto.

Como resultado, Su Ruhan no sólo no lanzó ninguna mirada hostil a Mu Xueshi, sino que ni siquiera lo miró. Así, aunque fue un suspiro de alivio para Mu Xueshi, también fue un poco como un desaire.

"¿Vas... vas a quedarte aquí esta noche?" preguntó Mu Xueshi.

Su RuHan sacudió su cabeza e indiferentemente respondió, "No."

La tez de Mu Xueshi cambió. Hizo todo lo posible para salir de la cama y caminar hacia Su Ruhan. Su Ruhan pensó que Mu Xueshi sólo se pararía en la distancia y hablaría consigo mismo. Su Ruhan no esperaba que Mu Xueshi llegara a sentarse a su lado, e incluso que luchara por tirar de un taburete y ponerse delante de él.

El dulce olor de Mu Xueshi se filtró repentinamente en las fosas nasales de Su Ruhan, y su delicada carita se volvió hacia Su Ruhan. Si esta persona no hubiera sido Su Ruhan, quizás habría estado encantado.

Mu Xueshi no tenía la menor idea de que estas acciones eran una forma de atraer a alguien. Incluso se atrevió a poner su brazo sobre el hombro de Su Ruhan, y con una mirada suplicante, preguntó: "Ya que estás aquí hoy, vamos a dormir juntos en esta habitación".

Su Ruhan rápidamente sacó el brazo de Mu Xueshi de su hombro y dijo fríamente: "No, el Palacio Imperial del Borde del Invierno te fue otorgado por el Tercer Príncipe, Joven Amo Xue, para que te quedes unos días. ¿Cómo se atreve este subordinado a molestar...?"

"¡No, no!" Mu Xueshi rápidamente agitó su mano y le dijo a Su Ruhan: "¿Por qué estamos siendo tan educados? Esta vez me reclamaré a mí mismo. Puedes comer y quedarte aquí. Iré a buscar más ropa de cama y colchas más tarde."

Mu Xueshi quería desesperadamente que Su Ruhan se quedara, pero fue por el extraño suceso que tuvo lugar en la colina de atrás este mismo día. Se consideraba amigo del Tercer Príncipe y pensó que era correcto pedirle a Su Ruhan que se quedara ya que era un invitado de su residencia. Parecía pensar que la casa de Su Ruhan no era tan cómoda como su residencia actual.

¿Quién hubiera pensado que Su Ruhan estaba tan poco conmovido? Con una mirada apática, respondió: "Gracias por su amabilidad, Joven Maestro Xue. El humilde yo realmente aprecia la amabilidad del Joven Maestro Xue, pero no quiero quedarme aquí y compartir la misma habitación con un hombre."

"¿Qué pasa con los hombres?" Mu Xueshi tenía una mirada relajada, pero su mano se agarraba firmemente a la manga de Su Ruhan, y no tenía el más mínimo deseo de aflojar su agarre.

Tenía que tener a alguien que se quedara con él en este lugar. Por la noche, estaría oscuro y no habría luces. En este lugar siniestro, si no se asustaba a morir por los fantasmas, seguramente se lo comerían.

Su Ruhan se sorprendió mucho cuando escuchó a Mu Xueshi decir "¿Qué pasa con los hombres?" Hoy en día, la homosexualidad era frecuente. Dos hombres que no tenían relaciones familiares podían descansar sus cabezas juntas en una cama y dormir, pero después de que este asunto fuera conocido por el público, seguramente sería difícil de justificar. Además, Mu Xueshi era la persona del Tercer Príncipe. Incluso si Su Ruhan estaba realmente interesado en él, no arriesgaría su propia vida, y menos aún si Su Ruhan pensaba en él.

El Tercer Príncipe sabía que Su Ruhan tenía su propio sentido del decoro, así que le permitió acompañar a Mu Xueshi. Sólo que no le hizo recordar que Su Ruhan no iría más allá de sus límites, sino que por el contrario, Mu Xueshi fue quien se pegó a él. Su Ruhan no sabía cómo rechazarlo. Mu Xueshi estaba tirando firmemente de su manga y parecía que no quería soltarlo.

No importaba lo tranquilo que estuviera Su Ruhan, era imposible que no se preocupara por el hecho de que Mu Xueshi se pegara tan cerca de él. Además, Mu Xueshi le revelaba a menudo una sonrisa serena y amistosa, lo que mantenía a Su Ruhan en trance.

Al final, Su Ruhan decidió componerse. Alejó a Mu Xueshi. No utilizó ni una décima parte de sus fuerzas, pero fue suficiente para hacer que Mu Xueshi retrocediera varios pasos. Para cuando Mu Xueshi reaccionó, Su Ruhan ya había salido de la casa y desaparecido en la oscuridad de la noche.