Capítulo 79

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Mu Xueshi estaba solo, jugando con un palo de madera, en un terreno abierto. Estaba aburrido hasta la muerte. Aunque Su Ruhan dijo antes que iba a enseñar a Mu Xueshi artes marciales, todavía no había ninguna señal de él. Por supuesto, ser una persona que conocía las artes marciales era algo bueno. Si querían escapar, podían hacerlo. Más tarde, si el Tercer Príncipe lo castigaba de nuevo, Mu Xueshi podía escapar sin que nadie lo supiera.

Tan pronto como recordó al Tercer Príncipe, el palo de madera de la mano de Mu Xueshi se detuvo lentamente. Se agachó y encontró un poco de hierba limpia para sentarse. Jugueteó con la hierba entre sus rodillas mientras recordaba todo lo que pasó anoche. No sabía cómo se había dormido anoche. Parecía que había tenido un sueño, un sueño de un hada muy hermosa. Entonces, el hada se convirtió en el Tercer Príncipe y se durmió al lado de Mu Xueshi como antes.

Mu Xueshi no podía recordar si estaba soñando o despierto, pero el toque en su mano se sentía muy real y el olor familiar del Tercer Príncipe aún persistía. Sintió que su mente estaba desordenada porque cuando se despertó, toda su incomodidad física había desaparecido y estaba de muy buen humor. A diferencia de los dos días anteriores, no tenía la fuerza para hacer nada y también tenía alucinaciones ocasionales.

Mu Xueshi seguía pensando cuando una figura apareció de repente ante sus ojos. En el momento en que pudo mirar hacia arriba, el hombre ya había pegado su nariz a la de Mu Xueshi. Después de un corto tiempo, Mu Xueshi se dio cuenta de quién era esta persona, e inmediatamente inconscientemente usó sus manos para sostener las dos mejillas del Tercer Príncipe con emoción.

"¡Xi! ¿Ya no estás enfadado conmigo?" Mu Xueshi seguía hablando cuando de repente se asfixió, entonces la cara del Tercer Príncipe se alejó cada vez más de él, ya que la mano que sostenía el cuello de Mu Xueshi estaba cada vez más apretada. Los ojos de Mu Xueshi se abrieron más y más, ya que su visión se estaba volviendo borrosa. Al final, sus manos cayeron débilmente del rostro del Tercer Príncipe.

Cuando sintió que estaba a punto de asfixiarse y morir pronto, el cuello de Mu Xueshi se liberó, y el rostro del Tercer Príncipe se fue aclarando poco a poco. El Tercer Príncipe rumiaba mientras miraba el rostro de Mu Xueshi que estaba de color rojo brillante debido a la asfixia, y nunca se sintió tan feliz en su corazón.

Mu Xueshi jadeó rápidamente para respirar unas cuantas veces, y sin aliento le dijo al Tercer Príncipe: "¿Quieres matarme?"

El Tercer Príncipe no dijo nada, pero inesperadamente se sentó al lado de Mu Xueshi.

Mu Xueshi sintió que no había estado tan cerca del Tercer Príncipe durante mucho tiempo. La pregunta que acababa de hacer no había sido respondida por el Tercer Príncipe, así que Mu Xueshi pensó que el Tercer Príncipe seguía enojado. Pensó que era imposible que el Tercer Príncipe quisiera matarlo. De repente sintió todo tipo de sentimientos en su corazón, y la hierba con la que jugueteaba también fue arrancada hasta que se deformó.

"En realidad, no quiero que muera un niño inocente. No hizo nada malo. Mi corazón no puede soportarlo, y sé que aunque le dé el antídoto a Su Ying, me dará otro. Es sólo que no esperaba que el Segundo Príncipe hiciera algo que te hiciera daño. Si supiera que haría tal cosa, definitivamente no me importaría Su Ying..."

Mu Xueshi siguió justificando sus acciones mientras el Tercer Príncipe no hablaba y sólo lo escuchaba. Antes, sólo toleraba un poco de ruido. Todo el ruido que escuchó desde que era pequeño hasta que creció no era tanto como el que había escuchado en el último medio mes. Ahora, para su sorpresa, sus oídos estaban acostumbrados al ruido de Mu Xueshi y también a sus extrañas e insignificantes palabras.

Mu Xueshi explicó todo lo que había pasado hasta que se le secó la boca, pero el Tercer Príncipe sólo dijo una frase: "Ning Yue está muerto."

Mu Xueshi estaba aturdido. Sus dos mejillas se sonrojaron y no parecía estar triste ni siquiera por un momento. Puso los ojos en blanco, tratando de esquivar los ojos del Tercer Príncipe, pero terminó enfrentándose a él de nuevo. Al final, tuvo que curvar sus labios para sonreír y preguntar alegremente: "¿Quién es Ning Yue?"

Las cejas del Tercer Príncipe se movieron, pero dijo pacientemente: "Tu antiguo guardia personal."

Mu Xueshi soltó un fuerte 'oh', y luego suspiró exageradamente mientras decía, "Esto es realmente desgarrador, irse así. Aunque su lugar en mi corazón no es tan digno como el del Tercer Príncipe, aún me siento bastante triste."

El Tercer Príncipe se mantuvo impasible ante las palabras de Mu Xueshi. Sólo le recordó casualmente, "Ning Yue está muerto. Cuando ya no tengas ningún valor para mí, te mataré también."

"¿Qué clase de valor?" El humor eufórico de Mu Xueshi se ha ido desvaneciendo poco a poco. Pensó que el Tercer Príncipe se preocuparía por los sentimientos entre los dos cuando estuvieran en malos términos. Resultó que tenía otros usos para el Tercer Príncipe.

Sin embargo, el Tercer Príncipe cambió el tema sobre el que Mu Xueshi acaba de preguntar, y preguntó con indiferencia: "¿Por qué Ning Yue no es tan digno como yo?"

Mu Xueshi dijo sombríamente: "Porque no lo recuerdo."

El Tercer Príncipe guardó silencio durante un largo rato, y de repente dijo con un tono muy serio: "Aún así, debes recordarlo todo, especialmente sobre ti y sobre mí, y sobre la muerte del tutor imperial Mu. De lo contrario, no tendrás ningún valor."

El estímulo del hombre vergonzoso para cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora