Ahí va mi corazón galopando en praderas infinitas de horizontes deslumbrantes, una pequeña silueta sobre aquella línea de vacío que grita mi nombre a viva voz, fotografiando cada parte de mi en cada centímetro que avanzo hacia él.
Ahí va mi corazón valiente e imbatible, sintiéndose indestructible que solo con el toque de sus manos cae sin rechistar hecho trizas, en mil y un pedazos.
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¿Cuánto puedes amar a alguien?
ŞiirAprendí que el tiempo y el perdón son la mejor medicina para un corazón roto.