十二. Próximo entrenamiento.

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6:00 PM. Rocksestate.

 Lentamente volvió a recobrar la conciencia. No recordaba mucho de lo que pasó antes de desmayarse, solo algunas palabras dadas por Reji y el tumulto de emociones que sintió en el momento.

—Despertaste—dijo una voz femenina, casi inaudible para el recién despertado. Luego una suave y cálida mano empezó tocando su frente para luego subir a sus largos cabellos negros.

— ¿J-Juniper?—Con voz entrecortada, el espadachín visualizo una dorada cabellera larga que caía hasta su espalda inferior con una coleta, dejando ver sus largas orejas de elfo.

—La misma—respondió con una ligera risa.

— ¿Qué haces aquí?—Recuperando su voz, pudo preguntar con claridad a la persona que estaba sentada en una pequeña silla de madera a su lado.

—Vine hace poco, el doctor dijo que despertarías más o menos por las seis de la tarde, entonces vine a esta hace cinco minutos y veo que ya estás despierto—dijo sonriendo, feliz de ver a su compañero otra vez despierto. Se agachó y subió un recipiente mediano de plástico—. Como no has comido nada en todo el día, decidí hacerte la cena.

—N-No hacía falta—respondió avergonzado, la única cena preparada especialmente para el eran las de su madre. Este juego ha hecho muchas cosas nuevas para el recién llegado.

—No te pongas así Alex, la preparé para ti—Dijo Juniper abriendo el recipiente, dejando ver dos sándwiches picados en triángulos—. Todavía no deberías moverte mucho, entonces intenta sentarte y yo te ayudaré.

 Con algo de pena, el espadachín se sentó y abrió la boca para dejar que Juniper lo alimentara. El pan realmente era bueno, tenía lechuga, tomate, jamón y un poco de salsa; se sentía renovado después de probar unos cuantos mordiscos.

— ¿Qué tal? Debo decir que a mí me gustaron mucho—dijo orgullosa la elfo.

— ¡Me siento vivo de nuevo! Que cena tan increíble.

— ¡Sabía que te gustaría!—Juniper se sintió alagada por la alegría de Alex por su creación, su felicidad la contagió y se sintió aliviada—. Con un poco de magia en los vegetales, puedes hacer cosas excelentes. Hice lo posible para que la lechuga ayude a sanar tus heridas y el tomate a recuperar maná junto con tu energía normal.

—Así que no es simplemente un pan...

 Juniper le explicaba cómo funcionaba la magia en Strindland. Era algo tan común y tan complejo a la vez, la manera de aplicarla era casi infinita para incluso crear sándwiches mágicos como los de Juni, o incluso recetas más elaboradas y con una mayor potencia mágica para curar o dar otros efectos. Le habló sobre la magia espiritual, un tipo de magia que incluso los caballeros podían utilizar. Alex aprendió bastante de esa charla y pudo anotar nuevos conocimientos.

—Ya es algo tarde, me voy a ir—dijo la chica elfo, levantándose de su asiento—. El Sacerdote te manda sus disculpas, y yo también me disculpo por él, supongo que fue demasiado para procesar.

—Ciertamente... quien lo diría—Dijo riendo El Elegido. Pensar en que tenía tal cargo en un nuevo mundo totalmente desconocido para él, todavía lo cansaba y lo hacía sentir mareado—. Pero no hace falta, muchas gracias por preocuparse por mí.

—Mañana volveremos a venir, le dije al Sacerdote que no viniera, pero aun así insistió. Parece que todavía le quedan cosas por hablar.

—Está bien, estaré esperándolos.

 Con un beso en la mejilla Juniper se despidió de Alex. Al salir por la puerta, el espadachín se recostó en la cama y se quedó viendo al techo. Tenía que afrontarlo, su vida ya no sería la misma a partir de ahora, ahora era Alex "El Elegido". Strindland contaba con él y sus vidas estaban en su mano ¿Cómo debía reaccionar a eso? Es un gran cambio...

Magicae Furca: Un nuevo mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora