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2 DE ENERO 2020
2:45 am.
Bar Amanecer operación en cubierto.

Narra Camila Decker.

miraba a las personas pasar, varios hombres clavaban su vista en mi y decidí acercarme a la barra para ver mejor.

- ¿Va a pedir algo?. - habló el chico delante de la barra cuando yo miraba a los costados.

- No gracias. - sonreí amable.

- No es bueno que andes sola por estos lugares. - me miró un momento y solo asentí.

miré a la gente un rato, algo frustrada por no ver a alguien familiar y me quejé por dentro.

mi celular sonó y al ver la pantalla un mensaje de mi hermano apareció.

Fran.
Cuidate Cami, por favor.

suspiré y volví a guardarlo, el siempre me escribía cuando tenía que arriesgarme y la verdad que me daba más miedo morir y saber que el se quedaría a morir normalmente.

el chico de antes volvió a aparecer y lo miré cuando dejó un trago frente a mi, de los más caros.

- Eh no. - lo frené. - Yo no pedí nada. - negué.

no me dijo nada, solo me miró y luego señaló a una persona que se encontraba mirándome desde otro lado de la barra.

Tomás Campos.

sonreí de lado y asentí viendo como el se acercaba a pasos lentos y tranquilos hasta mi lugar.

- Hola. - habló algo serio pero tranquilo. - Soy Tomás.

- Candela. - mentí. - Gracias por el trago. - sonreí de lado y el asintió.

- Te veías muy sola acá. - se encogió de hombros.

lo miré un rato y puse en marcha mi plan.

llevé la mano a mi cabeza haciendo que pareciera que estaba por perder la estabilidad, me tambalee un poco y el agarró mis hombros.

- ¿Estás bien?. - me miró, todavía seguía serio.

entre cerre un poco mis ojos y lo volví a mirar.

- Creo que necesito aire. - expliqué y quise irme pero me frenó agarrando mi cuerpo para sostenerlo.

- Te acompaño.

salimos entre la gente, en la punta del bar logré divisar a toda su banda y traté de reprimir una sonrisa.

cruzamos la puerta en silencio y cuando salí me apoyé a la pared un momento.

- Voy a buscarte agua. - propuso y asentí, sabía que al salir comenzaría todo.

se fué, a pasos lentos y tranquilos como si realmente no estuviera profugo y por dentro reí ante eso.

estuve unos minutos mirando la calle y cuando escuché sus pasos saqué el arma.

- Eeey. - habló algo lento mirándome con una sonrisa burlona. - Bajá el arma, te podés lastimar.

- Policía. - mostré mi placa y el me miró aunque no abandonó su expresión divertida.

- Entonces... Policía. - rió y saqué unas esposas, enganchando su brazo a un caño y ante la cercanía me agarró con su brazo y me mantuvo ahí.

- Tomás. - advertí pero no me soltó.

- Entonces. - sonrió. - Me atrapaste, felicidades Candela. - rió. - A no ser que ese no sea tu nombre.

- Quizas no lo sea. - jugué un poco.

- Lograste lo que cualquier policía hubiera querido hacer. - volvió a reir.

¿Por que le parecía un chiste?.

- ¿No estás contenta?. - preguntó contra mi boca. - Tal vez ahora puedas llevarme a la carcel. - sonrió acercándose más y me causó una sensación de querer besarlo por un momento. - Ah esperen. - sonrió burlón. - Cuando te liberes de las esposas.

rió y lo miré extraño separándome de su cuerpo y dándome cuenta que la que estaba con las esposas ahora era yo y el estaba libre.

¿Como hizo eso?.

- Adiós Candela. - sonrió. - Nos vemos cuando logres atraparme.

entró al bar y bufé enojada mientras sacaba la llave de las esposas para podes liberarme.

no se que tenía el, no sabía porque todo le parecía un chiste y estaba tan tranquilo, eso causaba que me enoje más de lo que estaba.

porque al parecer, atraparlo iba a ser más difícil de lo que creí.

𝘾𝙧𝙞𝙢𝙞𝙣𝙖𝙡 𝘾.𝙍.𝙊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora