16

2.1K 156 8
                                    

26 DE ENERO 2020
6:32AM
Villa, edifico Campos.

Narra Camila Decker.

desperté, realmente no sabía porque, simplemente abrí los ojos como asustada porque algo pasara.

quizas tenía miedo que me dejara sola, ya que cuando los abrí instintivamente miré a mi lado y Tomás no se encontraba ahí.

miré mi alrededor, un amanecer que recién comenzaba a aparecer se vió detrás de Tomás, el cual fumaba un cigarrillo mirando por el balcón.

suspiré, agarré mi tanga y encima me puse la camisa hawaiana de Tomás.

escucho mis pasos, instintivamente me miró y sonrió de lado al ver mi aspecto, abrió su brazo con el que no fumaba y me hizo poner delante de el, abrazando mi cadera y apoyando su cabeza en mi hombro.

- ¿No podes dormir?. - pregunté mirando el cielo rosado con tonos violetas y naranjas frente a mi.

- El silencio aveces aturde. - suspiró. - Desde que se fueron no había pasado la noche entera acá.

lo miré, sorprendida de que lo haya hecho conmigo y bajó la cabeza, pero luego se metió adentro con una expresión de que había recordado algo y salió con una camara instantanea en sus manos, algo vieja pero suponía que funcionaba.

- Lo encontré en un cajón hace tiempo, tomé algunas fotos pero nunca fui bueno para eso. - rió y preparo la cámara. - Vos quedate ahí. - ordenó alejándose y yo quedé de costado mirando el amanecer.

sentí el flash, salió la foto y la dejó apoyada para que se termine de revelar.

- Una nuestra ahora. - sonreí y asintió.

se puso a mi lado, apuntandonos con la camara y me concentré en los detalles de su cara con el reflejo rosado del sol.

sonreí e inmediatamente salió el flash, seguramente había salido mirando su rostro.

- Veni. - no me dió tiempo a reaccionar cuando me besó y sentí el flash en nosotros, sonreí y no me separé hasta que el lo hizo. - Que linda te queda mi camisa. - bajó una mano hasta mi culo y lo apretó causando mi risa.

- Todavía no entiendo mucho. - comencé a hablar. - No entiendo muy bien lo que siento pero. - hice una pausa. - Gracias por dejarme compartir esto con vos, no quiero hacerte mal. - admití, en parte porque lo deseaba, quería con toda mi alma que el no sufriera por mi.

sonrió, no dijo nada pero yo tampoco esperaba una respuesta, me besó el unos minutos y suspiró agarrando mi cadera en algo parecido a un abrazo mientras veiamos los últimos colores del amanecer.

- ¿Vamos?. - señaló la puerta para entar y asentí, todavía tenía sueño.

agarramos las tres fotos, sonreí al verlas y cuando entré abrió un cajón, sacando unos ganchitos chiquitos.

extendió la mano y le di las tres fotos, engancho dos en la pared, la mía mirando el amanecer con su camisa y la que estabamos besandonos.

- Esta me la quedo yo. - sonrió mirando la foto donde el sonreía y yo lo miraba como si fuera la obra de arte más linda del mundo.

la puso en la funda de su celular y se acostó conmigo en la cama.

miré su cara pasando mis manos por su pelo, sabía que acariciar el pelo ayudaba mucho para dormir y el me miró sonriendo.

- Sos hermosa Camila. - susurró. - No me arrepiento de nada.

- Descansa Tomi, vos también lo sos. - sonreí y dejé pequeños besos en su cabeza mientras le hacía mimos.

cuando su expresión se relajó completamente supe que se durmió y aún así sonreí al sentir el agarre firme de su mano en mi cintura.

como si tuviera miedo de que en el día ya no estuviera.

me acosté a su lado, abrazando su cuerpo y cerré los ojos sintiendo la tranquilidad del momento.

Tomás realmente no merecía lo malo, quizas si en la parte judicial por el tema de las leyes rotas, pero luego pensaba que había mucha gente con dinero de sobra que rompía muchas más leyea y aún así todo estaba pagado.

desde el principio supe que acercarme a el traería consecuencias, sabía que desde que su mirada cruzó la mía en aquel bar el no iba a hacerme facil el trabajo, pero jamás imaginé que lo dificultaría de esta manera, haciendo que por primera vez en mis tres años dentro de la estación, no quiera seguir el caso, poniéndome en juego solo por el.

el criminal que estaba robando de a poco mi cordura.

𝘾𝙧𝙞𝙢𝙞𝙣𝙖𝙡 𝘾.𝙍.𝙊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora