Capítulo 26: Explicaciones

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Sacudí la cabeza con fuerza, presionando la tela de la toalla contra mis mechones, esperando poder secarlos un poco. Alexander me observaba, en silencio como siempre, con esa mirada penetrante y sus brazos cruzados.

—Vas a congelarte afuera —advirtió.

Summer asintió con la cabeza, como dándole la razón. Yo los ignoré a ambos. Nos tocaba otra jornada en Pizza Palace, la primera luego del receso de invierno. Lo que significaban cinco horas en un local reducido, con Alex como distracción y Jasper y Tess como los diablillos sobre mis hombros.

No iba a sobrevivir a eso.

Me encogí de hombros luego de haberme colocado mi abrigo. Lo abotoné, también, porque si volvía a hacerlo él, iba a morirme. Más si lo hacía frente a la morena.

Summer suspiró cuando me vio abrir la puerta.

—Los esperaré con la cena —aseguró con una sonrisita, recostándose en el umbral.

Teniendo en cuenta como había terminado la última...

—Eh...

—Seré como su mami —continuó.

Alexander alzó una ceja.

—Gracias, pero no.

—Ah, es verdad —Y nos dio una mirada—. No apoyamos el incesto en esta casa.

— ¡Summer!

Cuando estiré el brazo para darle un manotazo, por poco me cierra la puerta en la cara. Nos estaba echando.

— ¡No vuelvan tarde!

Y cerró la puerta.

El camino a la pizzería fue un martirio. Ninguno de los dos dijo mucho. Lo que tenía que ser ridículo, porque había lamido sal de su clavícula, nos habíamos besado, y habíamos dormido juntos. No obstante, su simple presencia parecía estar diseñada para ponerme nerviosa.

Ni bien llegamos a Pizza Palace, Teressa nos dio la bienvenida con una sonrisa.

—Si son la pareja más bonita del lugar —canturreó.

—La segunda pareja —corrigió Jasper.

—Ya no estamos juntos, Jas.

—No, pero éramos más lindos.

—No somos pareja —aclaré, dándole una mirada mordaz a ambos. Por supuesto, no les importaba, iban a tratarnos como una.

La rubia sonrió antes de darme un beso en la mejilla, y susurrar en mi oído de forma en que solo yo pude oírla:

—Aún.

La aparté de un manotazo.

—Bueno, ¿Y qué tal sus vacaciones? —interrumpió Jasper. Me miró a mí con la ceja alzada—. ¿Fuiste a ver a tu tía?

—Sí.

—Así me gusta.

A veces lo odiaba un poco, solo un poco. Era muy protector con los demás, y a veces actuaba como un hermano mayor con Teressa. Era su forma de ser.

— ¿Y tú? —indagué.

—Bien. Fui a casa por un par de días. Extrañaba mucho a mis padres, aunque ahora se me pegaron...

—Buen Dios todopoderoso.

Pegué un salto por la sorpresa ante una voz femenina a mis espaldas. Cuando me giré, había dos rostros idénticos con la vista clavada a mi lado. En Alex. Lo estaban desnudando con la mirada.

Destruyendo al chico ideal (CI #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora