Entre Tus Espinas [L]GTB

Un poco de caos

Los folletos estaban en sus manos, mostrando el proceso lo más sencillo que estos podían; como si fuera una niña de cinco años, algo de lo cual estaba muy lejos. Iris, continuaba con un parloteo al cual no estaba prestando atención, se vio obligada a responder cuando la caricia en su mano la obligo a notar la otra presencia a su lado:

—¿No dirás nada?

En ningún momento reflejo emoción alguna, aunque quisiera tirar todo esos folletos a la basura, mentalmente conto hasta diez antes de darle una respuesta sin romper las ilusiones de la chiquilla.

—No creo que sea el momento —Observo como retuvo la respiración ante las seis palabras que soltó por su boca—. Podemos esperar —completo tratando de aligerar lo que había dicho, pero ya era tarde.

—El Doctor Jones, envió todos estos folletos esta mañana —miro el mesón donde había apartado los folletos ante su falta de interés—. Siempre me has dicho sobre ser madre y cuando estas en la fundación con los niños...

—Es distinto Iris —corto tajante alzando su mano haciéndola callar—. Me gustan los niños, deseo ser madre, pero no está en mis planes en este momento. Eres joven y aun estas estudiando, deberías esperar en terminar tu carrera antes de ser madre, el titulo debe ir primero que ser madre. Es lo correcto.

—No existe un orden para eso, puedo seguir estudiando —ver a Rose jugar con la ensalada de cangrejo dando por terminada la conversación la obligo a colocarse de pie abandonando el mesón—. No puedes organizar mi vida de esa forma, como si no tuviera sentimientos...

El nudo en su garganta fue el que la obligo a darle la espalda abrazándose a sí misma, pensó que aquella noticia la tendría saltando; por algo ambas habían congelado sus óvulos hace un año y medio con la idea de formar una familia, aunque no fue tan fácil de convencer lo consiguió de una u otra forma.

No mentía cuando decía que quería una familia, solo que hubo cambios en el camino hacia aquel deseo. Con Iris parecía que este se materializaría sin obstáculo alguno, su casa era tan grande como para tener hasta cuatro hijos estando perfectamente cómodos en la propiedad. Aún estaba asimilando su compromiso como para añadirle ahora el de un hijo.