Mediador de cartas [Tododeku]

Prólogo

Midoriya tiene un hermano mayor.

Un hermano casado, por supuesto, como buen ejemplar del hombre con estereotipos. Es decir, su hermano mayor seguía todo lo que cualquiera mujer soñara; era educado, bromista, ligero, musculoso y como no, con un buen bonche de dinero.

Sí. Sonaba superficial esto último, pero es que era así.

Incluso él podía aceptar que si se casara con alguien, tendría que ser un hombre o mujer bien acomodado.

Bueno, volviendo al tema, su hermano mayor no solo era un ambicioso que siempre se esforzaba por cumplir sus deseos –y no estaba mal, lo veía como un ejemplo a seguir– sino que estaba casado con nadie menos que Fuyumi Todoroki. Sí. Esa misma.

La única hija de Enji Todoroki, un empresario conocido mundialmente y que era se caracterizaba por su carácter ardiente.

No iba a mentir, Fuyumi era una chica con una belleza, amabilidad, inteligencia y encantadora. Era el pulcro ejemplo de la novia que todos quisieran tener, incluso él.

Tensei y ella eran muy unidos. Según sus propios cálculos, incluso podría decir que nunca han discutido fuertemente o que hubiera falta de comunicación. Eran la pareja que todos anhelábamos tener algún día.

Hasta él. ¡Que envidia tenía!

Él era un chico solo. Más solo que la biblioteca de la escuela y eso ya era decir mucho.

Solo, sin que nadie lo quisiera ni lo mimara, bueno... Cuando Fuyumi venía, ella preparaba comida deliciosa que le compartía, eso en parte era como darle cariño ¿Cierto?

Fuyumi y Tensei habían concebido dos niños. Dos niños desastrosos y que para su mala suerte, extremadamente ruidosos y desesperantes. 

No lo malentiendan, a él nunca le ha ido muy bien con los niños. O al menos la mayoría de veces, se debía a su poca paciencia para estar junto a ellos; no obstante le desesperaban los infantes que lloraban o gritaban por cualquier cosa. 

Aunque no era sinónimo de los que tratará mal, al contrario, se esforzaba mucho para no explotar y llorar a medio cuidado.

Los niños de Tensei eran irritantes y groseros la mayoría de veces, especialmente la mayor. Con el más pequeño no tenía muchos problemas por no decir nulos. No los culpaba al final del día, pues estaba el recuerdo de que estaban chiquitos. Ajá. 

Mahoro tenía diez años y Katsuma era cuatro años menor que su hermana. Aún así había ocasiones donde su comportamiento era parecido a unos niños de tres años. 

Ya. Ya no hablaría de sus sobrinos, lo importante era otra cosa.

Pues como su madre y padre eran unas personas muy, pero muy "organizadas", hizo que él y su hermano estudiarán en preparatorias diferentes.

¿Qué por qué?

Ah pues, eso lo explicaría más adelante.

Unas hojas más adelante porque en esos momentos el profesor le había dado un libretazo en su cabeza para dejar que murmurara.

Fue de ese modo que Midoriya se obligó a dejar de murmurar y escribir a un velocidad sorprendente al tiempo de que prestaba atención a la clase de Informática.

Bellísima portada y separador a juego por: bubalives e ilustración por lapinhg en Twitter.