Capítulo III

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Midoriya se levantó en cuanto vio que el era el único sentado, limpiando su ropa de manera olímpica y dramática

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Midoriya se levantó en cuanto vio que el era el único sentado, limpiando su ropa de manera olímpica y dramática. Monoma aplaudió sus manos con sumo sarcasmo al ver como los jóvenes de la U.A estaban a unos cuantos pasos de ellos con una pose llena de seguridad y sonrientes.

—¿Qué hacen aquí, ineptos? —dijo Monoma con su típico acento que incluso a sí mismo le irritaba. —Quizás se queden ciegos de ver lo inútiles que son ustedes mismos, pero yo les aclararé que este lugar esta ocupado. Así que, ¡lárguense! —Nadie lo detuvo porque sabían de antemano que cada uno pensaban lo mismo.

Una chica de cabello rosa rió burlesca y dio un paso delante hasta llegar al rubio y sacarle la lengua para después decir: —¿Juegan contra nosotros o se les hace chiquita? —botó el balón en su mano mientras una risa burbujeaba en su garganta. Neito sonrió de pura burla, todos los demás le siguieron las carcajadas.

¿Ellos perder?

Ni en sus sueños.

—Ustedes perderán primero. ¡Mejor sean mas varoniles y después vienen a ver si pueden! —dijo Tetsutetsu levantando su puño con una sonrisa, e inmediatamente su mirada grisácea chocó con una rojiza.

Mina se burló pero después colocó una pose altanera.

—¡Sólo jueguen, malditos extras! —gritó un muchacho explosivo mientras le quitaba el balón a la joven y lo colocaba en el suelo. —Veremos quien es mejor. —Una sonrisa sádica formó y todos los presentes comenzaron a prepararse.

—¿Qué pasa, Midoriya? —preguntó dulcemente la pelirroja, pues el pecoso estaba un poco alejado del grupito que estaban por allá.

¿Qué le pasaba? ¡Fácil! De un momento a otro aquel buen momento entre compañeros se había vuelto incómodo.

Súper incómodo.

Pues Shouto Todoroki, su pretendiente, estaba allí, cara a cara.

Además de que el calor estaba afectándole, sentía su cara de tonos rojizos por ese simple hecho.

Quizás él era el único torpe que se ponía de tal modo al ver a su pretendiente.

Trató de concentrar completamente su mirada en los orbes esmeralda de Kendō y sonrió, ignorando a todos los integrantes de la Yūei.

¿Qué como sabía que eran de Yūei? ¡Fácil! Recuerda perfectamente quienes participaron en el festival deportivo y era casi imposible no grabarse sus rostros.

Sus compañeros se acercaron a él con una gran sonrisa para comenzar a hacer un sencillo plan contra los contrarios, organizar que rol haría cada quien y esas cosas.

A él le tocó ser defensa.

Menos mal. No tendría que estar corriendo por todo el campo. Aunque sí, tendría un poco más de trabajo.

Mediador de cartas [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora