Mediador de cartas [Tododeku]

Capítulo VII

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Iida viendo a su hermano que estaba en la banca del jardín escribiendo cosas que no entendía, pues no encontraba sus lentes.

Midoriya dejó de escribir para después voltearlo a ver y muy dentro suyo se rio.

—¿Y tus lentes? —Se tapó su boca para evitar que saliera una carcajada, Tenya tenía ojos muy chiquitos detrás de esos anteojos y le causaban mucha risa, aunque si lo demostraba éste iba a ir a quejarse con su madre, como buen chismoso que era.

—No los encuentro. Y para encontrar mis lentes, necesito mis lentes. —soltó un leve bufido y el pecoso hizo todo el esfuerzo del mundo para no soltar una carcajada que se escuchara hasta la esquina, pero después de inhalar y exhalar porque claramente no debía burlarse de los demás respondió:

—¿Y luego como llegaste hasta aquí? —siguió en su tarea de estar escribiendo cosas que el joven alto no entendía. 

—Izuku, tengo miopía, no estoy ciego. —Midoriya alzó su ceja derecha confundido, ¿Qué no era lo mismo?

—Bueno, ya que lo dices, creo que tu sobrino lo traía en la mañana. Recuerda que los niños salieron más temprano hoy y vinieron. —Como si hubiera hecho un gran descubrimiento, Iida se encaminó hacia dentro de la mansión no sin antes agradecerle al rizado por lo dicho.

Midoriya siguió escribiendo la carta con alegría, ¡Le encantaba escribir! Y además de escribir, le mega encantaba All Might.

Aún era temprano, pero como hacía tiempo que no se daba el lujo de salir a tomar un poco de aire a su vida, decidió escribir en las mesas decorativas que habían en el jardín de la casa con sombra, claro. 

Aunque le escondió los lentes a su hermano por unos breves momentos para poder agarrarle sus plumones a gusto.

¡Ah porque los morros de los plumones eran super delicados! Que no deberías maltratar las puntas pincel y los colores ay y sabe que tantas cosas. Cosas que claro, trataba de cuidar. Claro.

Y una vez que terminó su cartita -Por supuesto que le encantaba poner muchos colores, cálidos porque fríos no iban mucho con él- sonrió para si mismo, se sentía orgulloso, y así pudo dejar ya todas las cosas de su hermano en su lugar. En especial sus lentes.

Comenzó a arreglarse para poder ya salir con Todoroki a comer Soba, eran contadas las veces que había comido eso, pero no le desagradaba además había descubierto que era la comida favorita de Shouto.

Cuando terminó de arreglarse y pedir permiso, se encaminó hacia el lugar acordado corriendo pues iba tarde por culpa de los incontables regaños que le dio su madre y también interrogatorios hasta el tope.