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I

La chica sin nombre

12 de febrero de 1997

Camila

—...no quiero ir sola, te vas a divertir.

Suspiro y bajo la cabeza recostándome en la mesa.

Estamos en un turno libre debido a que el profesor de literatura tenía una urgencia personal, así que veo como un grupo de estudiantes juegan cartas, y el resto no tengo ni idea.

Y en la última mesa estamos Destiny -mi mejor amiga- y yo, ella me cuenta de que hoy es el cumpleaños de un amigo suyo que no tenía idea de su existencia.

Yo fuera, pero no un jodido miércoles.

—Vamos, Cami —insiste.

—A parte que no me gustan las fiestas, tú me dices de ir a una un miércoles —la juzgo visiblemente.

—Oye, no tomamos y ya. Además, irá Max, osea, ¡Max! ¡Estamos hablando de Max! —expresa emocionada tratando de hablar bajo y yo fuerzo más mi expresión juzgatoria.

—Si, Des, ya sé quién es Max. Solo... relajate —junta las manos suplicando sin articular palabras y ruedo los ojos—. Te acompaño pero a lo mejor no vengo mañana.

Ella sonríe y aplaude con entusiasmo provocando que los demás nos miren mal, me sonrojo mientras Destiny sigue celebrando.

Max es un chico...aceptable de nuestra edad, vale, está lindo, pero tampoco tan exagerado como hace entender mi mejor amiga.

¿Cómo Destiny gustó de él?

Pues digamos que un día conversábamos en el patio de la escuela hasta que él llamó la atención de todos con unos pasos improvisados de hip-hop. Digamos que Destiny se quedó cautivada con él. Ahora son amigos pero, ella claramente quiere entablar una relación con él.

Estar en último año de preparatoria es un caso.

Mientras que yo, teniendo diecisiete años no he tenido novio, ni he besado, ni mucho menos he tenido sexo con alguien. Es triste pero cierto. Y no es que me importe, para nada, yo soy feliz con mis libros.

Y no me considero fea, para nada, ni taaaan hermosa, solo normal, lo único que llama la atención de las personas son mis ojos -creo-. Gracias a ellos mi autoestima está impecable.

Soy alta, un metro sesenta y ocho. Mi cabello llega unos pocos centímetros menos de la cintura y es color castaño oscuro rozando al negro. Los ojos son de color azul oscuro. Mi piel no llega a la palidez a pesar de ser bastante blanca. Tengo finas cejas como la nariz pero labios gruesos y rosados. Tengo un cuerpo favorable, no extravagante, solo favorable.

Por otro lado estaba Destiny. Nada más que ha tenido un novio en su vida. Duraron un año y medio, porque los últimos tres meses fueron algo caóticos, se peleaban demasiado y la química se percibía menos cada día, así que decidieron terminar siendo solo amigos. Ella es una chica que se da a respetar y es buena en la escuela, lo normal.

Es de estatura media, tiene la piel blanca y el cabello rubio que cae por sus hombros lacio la mayoría de las veces. Unos ojos marrones intimidantes y un cuerpo formado con un poco de pancita complementan su figura.

Suena el timbre de recreo de medio día y todos abandonan el salón, yo una de ellos. Destiny y yo fuimos a la cafetería. Se le iluminaron los ojos al ver en una mesa a Max y sus amigos. Buscó la más cercana a ellos para sentarnos nosotras.

Todos los días.

—Destiny ¿Por qué no le dices que gustas de él y acabas con mi sufrimiento? —pregunto después de comer el primer bocado.

Mi Enamorada Secreta ✔️ [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora