Todos los muertos están solos. Todos.
Ezequiel en el cajón parecía más solo todavía.
Tenía la soledad de los muertos, de todos los muertos, pero también, la soledad de la muerte joven. La soledad de una muerte
negada por su familia.Alguien dijo una vez, no sé quién, que el SIDA es como la guerra, son los padres los que despiden a sus hijos.
Ezequiel no tuvo esa suerte. La abuela yo solamente lo acompañamos hasta el final.
Cuando Ezequiel murió, papá estaba de viaje de negocios.
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Los ojos del perro siberiano
Teen FictionHay cosas de las que es mejor no hablar. Eso cree la madre y el padre de Ezequiel. Pero su hermano menor quiere saber que pasa, entender por qué Ezequiel está enfermo y por qué hay una parte de la familia que eligió abandonarlo. Los pocos encuentros...