Hay una cosa que admiré de Ezequiel. A pesar de todo nunca perdió el entusiasmo, ni
la alegría. Nunca se entregó.-Ninguna enfermedad te enseña a mo- rir. Te enseñan a vivir. A amar la vida con toda la fuerza que tengas. A mí el SIDA no me
quita, me da ganas de vivir.
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Los ojos del perro siberiano
Novela JuvenilHay cosas de las que es mejor no hablar. Eso cree la madre y el padre de Ezequiel. Pero su hermano menor quiere saber que pasa, entender por qué Ezequiel está enfermo y por qué hay una parte de la familia que eligió abandonarlo. Los pocos encuentros...