Capítulo XL

86 7 0
                                    

Hay una cosa que admiré de Ezequiel. A pesar de todo nunca perdió el entusiasmo, ni
la alegría. Nunca se entregó.

-Ninguna enfermedad te enseña a mo- rir. Te enseñan a vivir. A amar la vida con toda la fuerza que tengas. A mí el SIDA no me
quita, me da ganas de vivir.

Los ojos del perro siberianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora