[21] El mejor detective

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[Jeon Jungkook]

Taehyung lloró y lloró hasta que no pudo más de tanto dolor y sucumbió ante el sueño. Estuvo repitiendo en varias ocasiones que en verdad sentía tanto haberse involucrado conmigo...

Y yo, tuve que haberme alejado de él desde un principio. Nunca tuve que haber dicho que si, nunca tuve que haber sucumbido ante sus labios, sus dulces y adictivos besos, sus caricias, sus hermosos ojos celestes. Nunca tuve que haberme fijado en él.

Pero ahora no hay vuelta atrás, ya nada puede pararme ahora. Porque él en cierto sentido hace que me sienta bien, o al menos mejor. Taehyung hace que me sienta apreciado por alguien, él me da mimos y eso me está gustando.

Ya es demasiado tarde para arrepentirme, lo hecho, hecho está. Y si me tengo que meter en un lío por esa decisión, está bien, lo haré: tomaré precauciones hacia mi persona, lo que sea. Pero ahora ya nadie puede arrebatarme de su lado.

No lo voy a permitir.

Si son problemas de dinero, está bien, veré la manera de ayudarlo con esos problemas, y por otro lado... Esta no será la mejor decisión pero debo decirle a mi padre sobre ésto. Las posibilidades de que lo apruebe son escasas, pero ¿Que tal si decide darle apoyo luego de ver el estado deplorable en el que Taehyung se encuentra? Quizás mi padre pueda ayudar y para contrarrestar el asunto él podría, a cambio, pedirle ayuda a Taehyung para delatar a algunos cuantos de la mafia. No es mal trato y quizás, considerando esas opciones, lo deje quedarse conmigo.

— Mmm, mi cabeza... — susurra Tae a mi lado, despertándose. Apenas llegué a oír lo que dijo ya que cuando él se quedó dormido yo me coloque los auriculares para aislarme un poco del mundo exterior y pensar en los asuntos que me rodean ahora.

— Puedo traerte una pastilla, Tae. — le ofrezco quitándome los auriculares para dejarlos junto al celular en la mesa de noche.

Salgo de mi habitación hacia la cocina mientras le preparo un jugo de naranja al natural, con un poco de azúcar, eso le encantará.

— Ah, hola Jungkook — me giro apresurado y me encuentro con mi padre saliendo de su habitación. ¿Eh?

— ¿Q-qué estás... Haciendo aquí? — pregunto intentado sonar natural — Creía que tenías trabajo que hacer.

— Un colega accedió a trabajar en el caso, y me dió las horas libres. — dice sonriendo — que lastima no tener mis vacaciones de invierno para que coincidan con las tuyas, hijo. Pero el fin de semana próximo si quieres podemos ir a...

Pero una voz al otro lado del pasillo interrumpe a mi padre.

— Jungkook, huele a naranja, ni creas que me tomaré eso con... — pero Taehyung traga en seco al ver a mi padre a mi lado. Mi padre se lo queda viendo sorprendido, y yo me quedo congelado con el exprimidor en la mano.

Por un instante el tiempo parece recorrerme lentamente, a través de mí. Cómo si el reloj se hubiera parado, el silencio parece que fuera la llave, y Taehyung la cerradura.

Y luego todo vuelve a la normalidad.

— Yo te conozco — dice mi padre acercándose a Tae, yo lo persigo hasta quedar detrás de su espalda — estabas aquí el otro día ¿No es así?

— Así es, señor... — el tono de Tae suena especialmente cordial. Yo hago una mueca de desaprobación.

— Pero... — pregunta acercándose a él, pasando una mano por el moretón de su ojo, Taehyung ni siquiera se mueve — ¿Que te ocurrió, muchacho?

Taehyung pasa su vista en mi dirección y luego a mi padre, y así está durante unos segundos hasta que decide hablar.

— Bueno... Hace unas horas me caí de la moto y... — Taehyung me observa buscando una respuesta — golpee sin querer el espejo de un auto y el tipo estaba furioso ¿Sabe? — el rubio no suena nada convincente, por lo que me doy cuenta que no es para nada bueno mintiendo. Se le nota en toda la cara. Una razón para confiar más en él — me golpeó y lo único que pude hacer para quitarmelo de encima fue pagar los daños. — Tae señala su ojo — aunque él no pago los míos claramente — dice riendo.

Mi padre asiente con la cabeza y le da una palmada en el hombro. Luego se voltea a verme y regresa conmigo hacia la cocina, cerrando la puerta.

Los ojos oscuros de papá me fulminan de arriba abajo.

— ¿Que le sucedió? — pregunta acusándome con la mirada — está claro que es un pésimo mentiroso, hijo.

Yo no sé que decirle. Cómo sabrán, no es tan fácil comentarle a tu padre, el sheriff de Omelas, que tu novio es un mafioso. Debo armar un plan antes o mejor dicho consultarlo con Taehyung.

— Realmente le pasó eso, solo que es muy tímido, debes entenderlo — le ofrezco una sonrisita alegre y termino de exprimir la naranja, luego me lavo las manos.

— ¿Estás saliendo con él? — cuestiona apoyándose contra la mesada.

— Sí... Bueno, a decir verdad — me rasco la nuca — nos estamos viendo. De hecho lo conocí ese sábado que acompañé a Jimin al bar.

— Oh, ahora entiendo porque haz estado con la cabeza en las nubes las últimas semanas — señala sonriendo y yo lo miro estupefacto — ¿Qué? No creerás que porque no estoy casi nunca en la casa no me doy cuenta de que algo te sucede ¿O si?

Me río por esto.

— Claro que no Pa. — pongo bastante azúcar en el jugo y luego saco del estante dónde guardamos todos los remedios una pastilla para el dolor de cabeza — después de todo, tú eres el sheriff.

Voy a pasar delante de él pero su voz me detiene antes de abrir la puerta.

— ¿Tampoco creías que me daría cuenta de que él es un Lion, verdad?

Entoces el vaso, se me cae de la mano, destruyéndose en mil y un pedazos.

The Mafia Boy [Tk] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora