[Jungkook]
Las manos de Taehyung se deslizan por toda mi espalda y aprieta mis nalgas lo cual me hace sentir una punzada electrica bajar a mi entrepierna. Suspiro bajito gracia a eso y me sujeto de sus hombros cuando me alza hasta que me deja apoyado sobre la mesa y busca rápidamente el lubricante y el condón en su bolso. Me lleva por el fondo de la casa hasta la que es su habitación, en el trayecto pude ver dos habitaciones más, pero parecen estar cerradas con llave. Está bien que tenga lugar extra, quizás mientras él viva solo puede usar ese lugar para guardar cosas
— Con un camión de mudanza pude traer mi cama, así que es muy cómoda. Aunque todavía me estoy mudando y ésta habitación está vacía. — explica con una sonrisa cuando me deposita en el suave colchón, con mucha delicadez. Taehyung queda sobre mí mientras yo enriedo mis piernas en su cintura y lo atraigo más hacia mi cuerpo. — se escucharan las cosas sucias que haremos, dime ¿crees que los vecinos se enojen? — pregunta gracioso para hacerme reír y despreocuparme — quizás vengan con antorchas y tridentes — usa su tono de voz más grave y más estúpido como cuando hace una broma y sabe que eso no me hará gracia por más tonta que haya sido. — En fin... — me besa los labios por unos cuantos segundos hasta que sus manos comienzan a deslizarse por mi cuerpo, haciéndome sentir calentito, no en el mal sentido, sino al estilo de... estar completo. — Jungkook cálmate, bebé. Juro que desde aquí puedo escuchar tu corazón, si sigues así se te saldrá. — me observa preocupado y yo lo miro sin saber a ciencia cierta qué rayos hacer. — Cierra los ojos — susurra sobre mi oído. Le hago caso ya que opino por un segundo que será la mejor manera de relajarme, y siento que su peso sobre mi ya no está, así que miro en su dirección y lo encuentro apagando la luz del techo, dejándonos solamente con la luz que tiene sobre la mesa de noche, no alumbra mucho pero si lo suficiente para este tipo de ambiente. Trago fuerte cuando lo miro desabotonarse el pantalón y quitarse el buzo rojo y la polera. — Cierralos — vuelve a decir en un susurro, y ésta vez le hago caso.
Siento sus manos acariciar mi pecho sobre la camisa, a la vez que la desabotona con parsimonia. Se toma su tiempo mientras yo siento las sensaciones invadir todo mi cuerpo. Mi respiración se agita por miedo y placer, y por... bueno la presión que siento allí abajo.
Dejo tranquilamente que mi cuerpo reaccione y responda afirmativamente ante sus labios sobre mi cuello que dejan marcas que recordaré la mañana siguiente. Mi cuello se encuentra humedecido por su lengua así que yo decido devolverle el favor dejando besos inexpertos sobre su cuello, intentando también dejar algunas marcas mientras él se dedica a besar, lamer y mordisquear suavemente el lóbulo de mi oreja, justo en al parte de arriba, para llevar sus labios hacia abajo. Aquellas terminaciones nerviosas se concentran en mi intimidad como si de fuego se tratara, es entonces que empiezo a sentir que estoy cada vez más excitado, incluso puedo notar la dureza de mis pezones erguirse debajo de la tela de la camisa que aun me cubre.
Tae sigue con su trabajo en mi oído, mientras tira muy suavemente de él yo dejo salir gemidos ahogados en mi garganta. Eso parece gustarle ya que se separa de aquella zona y vuelve a besar mi cuello, solo que ésta vez por toda la mandíbula provocando que yo tenga que dejarle espacio total para que me bese, lama y demas cosas ardientes que mi cerebro en este mismo momento no puede permitirse procesar.
— Mnh... — aprieto mis labios cuando siento sus ágiles dedos acariciar mis pezones sobre la tela de la camisa, en círculos. Y luego, después de unos pocos segundos Taehyung se atreve a quitarme la camisa por completo, dejándola por el suelo, (váyase a saber dónde). Mi piel al descubierto parece fuego, todo dentro de mí arde, y por fuera también. — Ahg... m-me gusta... eso... — alcanzo a decir a la vez que siento su lengua pasar sobre uno de mis pezones tan necesitados. Todo se sigue concentrando allí abajo, de hecho no puedo pensar en otra cosa que no sea mi erección ardiente. Me duele, deseo (ansío más que nada) que me toque, pero me da vergüenza pedirle algo así. En estos momentos me siento tan estúpido que soy incapaz de decir palabras que no sean monosílabos o gemidos desesperados que ansían llegar a la tentación más grande.
Noto que él sonríe y entonces lo miro; oh, se ve realmente sexy mientras pequeñas gotas de sudor caen por su frente, yéndose hacia su cuello, ocultándose allí para desaparecer. Mientras él juega y lame mis zonas más sensoriales del cuerpo (si, tengo los pezones más sensibles sobre la tierra, lo juro) cada roce me hace dar un espasmo, que secretamente disfruto entre jadeos ocultos en mi garganta.
Taehyung me desabotona el pantalón, y se quita el suyo: ambos quedamos solamente en ropa interior y medias, que me las quita rápidamente, al igual que las de él. Quien sabe a donde vaya a parar toda esta ropa en estos momentos.
Y por una vez en la vida, mientras él está sobre mí, besando mis labios, yo despego mis piernas de la parte baja de su espalda y las coloco a ambos lados de sus caderas para dejarlas allí flexionadas y aprovecho mi oportunidad de valentía mas mínima, para bajar mis manos suavemente por su espalda hasta llegar al elástico de su boxer negro, y tirar de él, provocando que mi lindo chico rubio suelte un gemido que se expande entre mi boca al tenerla unida a la de él. Sigo tocando su espalda hasta que me animo a descender una de mis manos por debajo de la tela que separa nuestro contacto directo. Aprieto sus redondas nalgas con ambas manos y siento como él se mueve hacia adelante, provocando que ambos miembros por debajo de la tela de la ropa interior se choquen, y ese roce es el que me hacía falta para largar un quejido en plena excitación, quejido placentero el cual resuena en toda la habitación haciendo "eco" mínimamente por la falta de muebles.
Taehyung hace ese movimiento otra vez y me hace volar la cabeza. Quito mis manos de su piel y, cómo puedo, también le quito el boxer. Ahora soy yo quien lanza la ropa a <<vaya uno a saber que lugar>> Yo dejo de besarlo para mirarlo a los ojos con la poca cordura que me queda.
— ¿Cómo te sientes, bebito? — pregunta siendo frágil mientras que yo me tomo un momento para procesar la pregunta.
— Creo que... muy bien. — le sonrio para que confíe en mí, mierda la verdad es que estoy hasta la madre del susto. Pero debo pensar de que quiero hacer esto, de que no sucederá nada malo. Estoy con él, y sé que estaré bien. Es obvio que con mi negatividad piense ese tipo de cosas malas. — M-me duele... — miro con mis ojos hacia mi intimidad para que me entienda la indirecta, y con un largo suspiro, le digo: — Tocame... — inmediatamente me arrepiento y la vergüenza me consume por dentro y fuera, siento mis mejillas arder.
Pero él solo se dedica a sonreír mientras sus besos tan adictivos viajan desde mi cuello, tomándose su tiempo, hasta llegar a mi abdomen bajo, y allí utiliza su mano para lanzar mi ropa interior al diablo y comenzar un lento vaivén sobre mi entrepierna, el cual logra excitarme y calentarme a un nivel extremo. Separo las piernas para que él esté más cómodo y, con una sonrisa siniestra pero extrañamente reconfortante lleva sus labios hacia el glande y en círculos comienza a lamer.
Yo disfruto. Pues el sexo oral que él me da, es de lujo. En serio. Es un experto a niveles excepcionales. Me encanta la humedad que deja sobre mí. De repente siento el corazón latir allí abajo, y la sangre bombear cada vez más hasta que me hallo completamente erecto ante él.
— Mmm... Dios — llevo una mano a mi cabello para tironear de él suavemente por culpa de la locura que me consume mi cuerpo.
— Querrás decir... Taehyung. — me guiña un ojo y sigue con su labor.
Carajo, tú eres un Dios.
Pero no se lo digo.
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The Mafia Boy [Tk] ✔
Misteri / ThrillerHISTORIA GANADORA DE LOS TAEKOOK AWARDS 2020 EN LA CATEGORÍA DE "HISTORIAS QUE TODOS DEBERÍAN LEER" "Todo estaba bien hasta que lo conoció a él" Los chicos de la mafia son personas a las cuales se les debería temer, no puedes meterte con ellos bajo...