The Mafia Boy [Tk] ✔

[33] ¡You're my new home!

[Jungkook]

— Woow — expreso prendiendo la luz de la casa de Tae, observando con detenimiento el lindo, pequeño pero acogedor lugar. — es muy bonito. 

— Sí — dice agudizando su voz mientras hace maniobras con la caja de pizza para cerrar la puerta. Al fin y al cabo tuve que esperarlo en Shadow para que compremos la comida juntos. — pero no hay cable, no hay wifi, es un mierda en otras palabras. 

— Qué pesimista, Kim — me volteo a verlo con una sonrisa. — tienes un techo donde resguardarse de la lluvia, sé menos desagradecido que hay personas que tienen menos qeu tú y son felices. 

— Lo sé, lo sé — dice de "mala gana" dejando la pizza sobre la mesa — pero el maldito wifi es como mi vida. — estallo en risas mientras él me sirve una porción de pizza en un plato descartable.  — Oye, Jungkook... lo estuve pensando y... ¿a tú padre le molestaría que me quede en tu casa para mañana, es noche buena? 

— De hecho... — empiezo a hablar con la boca llena y luego trago para articular mis palabras mejor — papá se va de Omelas por unos días, creo que hasta el final de mis vacaciones de invierno, así que puedes venir a casa, estaré solo sin hacer nada. 

Después de un rato de comer y tomar refrescos (Taehyung latas de cerveza, y por una mierda, no me negué a esa invitación) él vuelve a hablar. 

— ¿A ti tampoco te gusta la navidad eh? — cuestionó colocando su mano derecha en su lacio cabello rubio, el cual estoy comenzando a creer que se está destiñendo, perdiendo brillo y parece más andrajoso que de costumbre. 

— Desde que murió mi madre, mi padre y yo no celebramos navidad, solo nos damos un regalo, un abrazo y nada más, hemos tirado el árbol el mismo año que mi madre murió, puesto que su fallecimiento estuvo cerca estas fechas. 

— Sé lo duro que debe ser, y mucho más en una de esas épocas donde todo tiene que ser alegría, dime, ¿quien rayos estaría alegre de perder a la persona que mas quieres en el mundo y luego celebrar algo tan tonto como la navidad? ¡nadie! — parece encabronado, quizás se deba a las cervezas — desde que mi padre mató a mi familia no quiero saber más nada con estas fechas, es una tortura. Jungkook, mi hermana cumplía años en noche buena, hoy estaría teniendo unos... — él se para a pensar un momento y yo lo miro atentamente, prestando atención a los músculos de su cuello que se contraen, debe estar furioso — tú edad Jungkook. dieciocho. ¡Oh, estaría hecha toda una muchacha! probablemente se hubiese teñido el cabello de color rojo, uno intenso, ella amaba ese color, hasta tal punto que su cama era roja al igual que las cortinas — él ríe por eso. — Era tan pequeña... 

No sé muy bien que decirle, nunca fui bueno para apoyar a las personas en estos temas, y eso a pesar de que yo lo viví en carne propia hace diez años. 

Paso una mano sobre su hombro y me apego a él deslizandome por el sillón, el cual no deja de crujir. Inmediatamente pienso que se le van a romper las patas y vamos a ir directo al suelo. 

Estoy apunto de sacara el tema de Yoongi otra vez, cuando recuerdo cómo brillaron los ojos de Taehyung en ese momento. Como si lo fuera a matar. Entonces pienso que lo mejor será cerrar la boca durante unos cuantos días y sacar el tema cuando sea adecuado. Miro a Tae por unos segundos y, aun con mi mano detrás de su cabello, lo acarició lentamente en la nuca, no me había dado cuenta que se rapó el cabello, pues el alisado que tiene arriba no me permitía verlo. Los minutos pasan y yo sigo molestando a Tae con su cabello, no puedo dejar de tocar ahí, es muy suave. 

Es entonces cuando se me ocurre una buena idea. 

Me subo sobre él mientras, al hacerlo, me mira con una sonrisa aprobatoria. 

— No hagas ésto si luego te arrepentiras — usa un tono preocupado pero atento a lo que hago — tienes mucho miedo y eso puedo entenderlo, lindura. — me sonríe débilmente — aparte... acabamos de comer pizza. 

Ambos pensamos en algo y terminamos por largar unas risas ensordecedoras que llenan todo su hogar en algo  más alegre y risueño, no tan blanco sin matices y vacío. Entonces lo abrazo apegándose a su cuello y no hago nada más 

— Oye, Tae... — lo llamo sin despegarme de él aún. Aún con los ojos cerrados

— ¿Mmm? — su voz en la garganta resuena cerca de mi oído, es una vibración que me gustaría sentir todo el tiempo. Él aprieta con sus brazos mi cintura. 

— ¿Sería extraño decir que... te quiero? — él se aparta de mí para observarme con sus ojitos iluminados por la lúgubre luz que cuelga del techo. 

Su sonrisa se ensancha a lo grande. 

— Para nada, es... lo más lindo que has dicho, bebé. — me abraza fuerte y deja un beso en mis labios — a veces lamento no soy tan normal como los otros chicos, pero soy todo lo que puedo darte. — otra sonrisa asoma en su cara y una en la mía — Yo te quiero a tí.