Joya Amatista *Corrigiendo*

¡Porfavor, No!

"¿Creíste que me enamoraría de un asqueroso Nivel E como tú?

Solo te utilicé para salvar a mi amada Princesa y de paso también utilicé tu cuerpo.- Me miro de arriba a abajo con asco y agregó.- Aunque ni para el sexo sirves.- Soltó con veneno en su voz.

- Pero yo creí que ...- No terminé porque simplemente las lágrimas me lo impidieron.

El dolor en mi pecho era insoportable.

"Nada, jamás me enamoré de ti y nunca lo haré, mi amor es para Yuuki, mi hermana, prometida y próximamente mi esposa."

Desperté de golpe, ¡malditos recuerdos, estúpido Kuran! Al parecer no me dejaran en paz.

- Hijos de puta.- Susurré después de calmarme por completo.

Me dirigí al baño y me di una ducha rápida, al terminar me amarré una toalla a la cintura regresando al cuarto para buscar mis interiores y demás ropa.

Ahora que lo pienso, si Kuran en verdad no quería nada conmigo y no me quería como él dijo, ¿por qué muestra esas reacciones al verme con Hisoka?. Bueno quien sabe, él ya no me interesa y ahora que estoy con Hisoka me siento muy feliz y seguro.

Una gran sonrisa apareció en mi rostro al pensar en Hisoka.

- ¡Estoy bien jodido!- Susurré soltando una risita.

Suspiré.

Estaba tan metido en mis pensamientos, que no sentí la otra presencia en mi habitación.

- Así qué, ¿Por qué tan ...- me señaló el rostro y dijo.- Feliz, Zero? - Habló serio.

- Kuran.- La sorpresa en mi rostro se notaba a kilómetros, eso era seguro, pero cómo no estarlo, si el muy cabrón estaba en mi habitación sin ser invitado.- ¿Qué mierda haces en mi habitación?- pregunté con fastidio pero él solo sonrió.

Sin esperarlo se posó a centímetros de mí, acorralandome contra la maldita pared y su cuerpo. Su cuerpo se pegó por completo al mío mientras una de sus asquerosas manos se posaba en mis muslos tratando de separarlos.

- ¡¿Qué haces?, Suéltame idiota!- Intenté forcejear pero él es más fuerte que yo y en menos de un segundo ya me tenía sometido con el rostro contra la pared y Kuran intentando deshacer el nudo de la toalla, por instinto cerré más las piernas, mientras que el odio y la repulsión hacia Kuran crecieron a sobremanera por sus acciones estúpidas.

- ¡Suéltame! ¡Mierda!- Solté un jadeo de sorpresa cuando Kuran de un jalón arrancó la toalla de mi cuerpo y comenzaba a frotar su miembro contra mi trasero.
Sin preparación alguna se enterró sin piedad en mí, sacándome un grito desgarrador que fue silenciado por la mano del maldito vampiro a mis espaldas, comenzó a embestirme con fuerza.

- ¡¿Qué chingados te pasa Kuran?!, ¡Suéltame maldita sea!- Las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos, el dolor era insoportable, el muy maldito gruñía en mi oído mientras aceleraba las embestidas, logré soltarme de su agarre y lo empuje, aunque de nada sirvió ya que caí al suelo de lo débil que estaba.

- ¡Porfavor, no!- Supliqué como último recurso cuando me jaló por los tobillos y de manera brusca abría mis piernas, cuando note que ni eso sirvió, cerré los ojos con fuerza cuando vi que me volvería a penetrar salvajemente, sollocé débilmente y me resigné a mi brutal destino.

Solo pude pensar en mí amado Hisoka, lo que pensaría de mí si me viera en este lamentable estado y eso hizo que mi llanto se acrecentará aún más.