Por fin, hoy es el día que llega papá y Kaito. En estás últimas dos semanas Hisoka no me habló, aunque entre sueños siento algo cálido envolverme, no se si sea él quien me abraza por las noches, ya que al amanecer no hay nadie en mi cama.
Escuché la cerradura de la puerta y corrí escaleras abajo abrazando muy fuerte a papá, que fue él primero en aparecer en mi vista.
- Bienvenido, papá.- Hablé contra su fuerte pecho.
- Gracias, hijo.- Me acaricio el cabello y nos separamos.
- ¿Y yo qué? ¿No merezco mi abrazo, mocoso?.- Escuché su voz y me emocioné.
- ¡Kaito!- Grité felíz y me arrojé a sus brazos.
- ¿Que hay mocoso?- habló cariñosamente en mi oído mientras me revolvía el cabello.
- ¿Que tal su misión?- Pregunté emocionado.
- Nada especial, lo que nos retrasó fue que tuvimos que buscar más allá del lugar que mencionaron. Esos malditos niveles E parecían que se multiplicaban a cada rato.- Respondió papá irritado.
- Lo bueno es que ya están en casa.- Hablé con una sonrisa y me levanté para preparar algo de comer.
- Bueno, yo me voy a dar un baño y me llaman para bajar a cenar.- Se despidió Kaito.
Comencé a sacar todos los ingredientes de la cena, prepararía algo ligero, ya que deben estar muy cansados como para hacerlos esperar mucho.
Estaba tan absorto en la cena que no me di cuenta que papá me miraba fijamente, hasta que habló.
-¿Dónde está Hisoka?- Detuve por un momento el movimiento del cuchillo y seguí después.
- No lo sé.- dije lo más normal posible.
- ¿Pelearon?-
- No.- Proseguí a meter todo en una olla y la puse a calentar a fuego bajo.
Me di media vuelta y enfrente a papá.
Tenía una ceja arqueada y me miraba serio.
- ¿Que paso?- preguntó después de unos segundos en silencio.
Procedí a contarle todo lo que le había dicho y como después había recapacitado pero había sido muy tarde.
- Lo busqué pero no lo encontré, se que él me cuidó y velaba mi sueño pero nunca volví a hablar con él. Sé que estuve mal, pero no sabía cómo afrontar lo que el maldito de Kuran me había hecho. Me desquite con el hombre que solo a visto por mi bien y me ha demostrado cuánto me ama y le fallé papá, lo lastimé y quiero disculparme con él, pero... No sé si el quiera verme de nuevo.- una pequeña lágrima cayó de mi ojo, recorrió mi mejilla hasta perderse en mi cuello.
- Lo hará, Zero. Ese hombre te ama, y estoy seguro que solo espera a que estés listo para arreglar sus diferencias.- Habló suave mientras apretaba mi hombro en señal de apoyo.- Bueno me iré a bañar y después bajamos.- y se retiró.
Me volví hacia la estufa para terminar la cena, "solo espero que Hisoka me perdone."
Al terminar, apagué la estufa y subí a mi habitación para darme una ducha. Quite mi camisa nada más entré al cuarto y caminé hasta los muebles para buscar algo más cómodo, opté por un pijama de tela suave junto con unos boxers negros y me metí a la ducha.
Al terminar seque muy bien mi cuerpo y me puse una pomada para los golpes que aún tenía con lo que pasó, aunque sea vampiro mi regeneración es más lenta al no beber sangre muy seguido. Cuando estuvo todo listo me puse el boxer y el pantalón mientras miraba mi torso.
Unas cálidas manos se posaron en mis caderas apegándome a un pecho fuerte, solté un suspiro de satisfacción al sentir unos labios tibios pasar por mi cuello hasta mi lóbulo, besó mi mejilla y mi sien derecho antes de sentir como se apartaba.
ESTÁS LEYENDO
Joya Amatista *Corrigiendo*
VampireDespués de la batalla contra Rido, los hermanos Kuran se marcharon dejando a Zero destrozado, con el corazón roto y un profundo odio hacía Kaname por enamorarlo y engañarlo tan vilmente. Hisoka está destrozado, ya que encontró a su dulce novio Gon c...
