Capítulo 47: Planes y Celos

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-¡Nos vamos de campamento, nos vamos de campamento!- canturreaba Danna haciendo una danza india y siendo coreada y seguida por Denis y Glenn. Una semana después se habían reunido en casa de Troy y decidieron que ya que se acercaban las vacaciones y luego cada uno regresaría a casa de sus padres y probablemente el grupo no podría reunirse en un tiempo, lo mejor sería celebrar yendo de campamento.

Seth estaba sentado sobre la barra de la cocina, Danila estaba sentado en forma de loto sobre el piso y Troy traía la bandeja con jugo exprimido y medialunas para desayunar. No supieron en qué momento Danna organizó todo pero prácticamente la reunión fue solo para informarles de que saldrían el viernes y regresarian el martes de la siguiente semana. Habían invitado a Camille, a Kevin, un primo de Troy y una prima de Glenn a la que conocían pero con la que no estaban muy familiarizados también se había unido.

-¡Muy bien! ¡Les tengo una propuesta!- en cuanto escucharon las palabras salir de la boca de Danna, sintieron miedo ¡las propuestas de Danna siempre implicaban cosas vergonzosas!

-¡ohh! Creo que olvidé algo en casa. Troy ¿me llevas?- preguntó Seth bajándose de la barra y empujando a Troy hacía la puerta.

-yo... Ehhh... Tenemos práctica con Denis- se excuso Glenn y empezo a retroceder hacia la puerta tomando del brazo a Dennis.

-oh... Pobrecitos chicos ¡tan ocupados!- Danna sonrió dulcemente, Danila solo sonrío. Los cuatros chicos estaban intentando escapar de las garras de Danna. -como crucen esa puerta... - la voz de Danna era suave y calmada pero fue suficiente para que los cuatros se detuvieran en seco ¡maldición! ¡perdieron la posibilidad de huír! Si cruzaban esa puerta, era seguro que Danna tenía alguna cosa mucho peor preparada para ellos ¿cómo demonios podía ese duende dominarlos tan solo con cuatro palabras? Suspiraron resignados y regresaron a sentarse en el suelo.

Danna seguía riéndose de ellos cuando llegaron Kevin y Camille junto a las otras dos personas que se habían sumado al grupo.

En cuanto Seth vio a la chica que había llegado con su hermana, se paralizó ¡era la misma que le coqueteaba a Troy, y no solo en la facultad! Tristemente compartían el edificio con chicos que estudiaban farmacia y bioquimica, y si no se equivocaba la chica estaba en la carrera de farmacia ¿Cómo es que al final todos terminaban conociéndose entre todos? Ni bien la chica vio a Troy, puso su mejor sonrisa y comenzó a actuar delicadamente, Seth casi pone los ojos en blanco con exasperación. 

-¡Troy! ¿Cómo estás? ¡ha sido un largo tiempo desde la última vez que hemos hablado!- saludó dulcemente la alta y delgada castaña de ojos marrones. Troy sonrió con amabilidad. A decir verdad, ni siquiera recordaba quien era la muchacha, pero vio de reojo la leve mueca de Danna y Seth que trató de disimularlo. No quería presumir pero le daba la sensación de que el pelirrojo en realidad era bastante celoso, por más que intentara actuar de forma indiferente. Para evitar sospechas, Marina que así se llamaba la chica, saludó a los demás y comenzó a hablar animadamente pero a cada rato miraba a Troy y trataba de integrarlo a su conversación.

La conversación se extendió animadamente mientras iban ultimando detalles sobre la comida, los vehículos y las cosas que llevarían. Kevin había accedido sin problema a que visitaran uno de los campos que estaban a su nombre para pasar el fin de semana entre todos. La relación entre el y Camille parecía haber mejorado y Seth estaba feliz por ello; su hermana había pasado soltera ocupándose de él por mucho tiempo, ya era momento que se ocupara de su propia felicidad.

-Estará bien...- Susurró Troy mientras recostaba la barbilla en el hombro de Seth. Había visto la mirada del pelirrojo hacia su hermana y sabía lo  mucho que el chico deseaba la felicidad de ella.

-Eso espero...- Contestó Seth con una sonrisa, sabía que Kevin la trataría bien y que de verdad la quería pero inevitable preocuparse.

-¡oye! Troy... ¿podrías acompañarme un momento a buscar algunas cosas del auto?- interrumpió de pronto la castaña Marina. Seth frunció el ceño inconscientemente, sabía de sobra cuáles eran las intenciones que tenía la chica pero no dijo nada. Se bajó de la mesada y se dirigió a la cocina a buscar a Danna. Ni siquiera notó la traviesa sonrisa en los labios de Troy, no tenía idea de lo que se le aproximaba.

¡No soy una chica, Imbécil!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora