O1. Gusto en conocerte.

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Un azabache de tes bronceada se encontraba apoyado sobre el barandal del balcón de su habitación, movía su cabeza al ritmo de la música en sus manos libres hasta que su vista se poso en la lujosa camioneta blanca y en los dos enormes camiones de mudanza que se estacionaron frente a la casa de en junto, aquello provocó que se quitara uno de sus audífonos para lograr prestar mayor atención a sus nuevos vecinos, pero solo recibió un fuerte golpe en la parte posterior de su cabeza.

— ¡Oye! — Se quejó, dándose la vuelta con el ceño fruncido, el cual se suavizó al ver a su madre.

La mujer mantenía sus manos cruzadas mientras le veía con el ceño fruncido, clara señal de molestia en ella y no tardó en hacerlo notar.

— Llevo quince minutos llamandote ¡Quince minutos Jeon JungKook! – Alegó la mujer apuntándole con el dedo de forma acusatoria.

— Mamá, tenía mis audi... — Jungkook fue rápidamente interrumpido en su intento de defenderse.

— ¡Y una polla! La próxima no te daré un golpe en la cabeza si no que cortare el cable de tus precisados audífonos. — Amenazó la mujer antes de dirigirse hacia la puerta de la habitación— Y baja que necesito que me ayudes con tu hermana.

JungKook rodo sus ojo notablemente irritado ante la actitud de su progenitora más si embargo decidió seguirla hacia la planta principal y al momento de pisar el último escalón lo primero lo primero que vio fue a su hermano frente a la ventana.

— ¿Ya vieron? Llegaron nuevos vecinos, espero que sean amables. — Mencionó su hermano mellizo TaeHyung mientras miraba por la ventana.

— ¿Sigues temeroso de que todos los vecinos sean como la señora MoonHee?

Las solas palabras de Jungkook hicieron que Taehyung fingiera escalofríos, lo que los hizo reír a él y a su madre.

— Kookie. — La suave voz de su hermanita menor le hizo dejar de reír para bajar la mirada a la infante.

— Vai, ¿Qué pasa? — Pregunto, acariciando con cariño la regordeta mejilla de la pequeña.

— Quiero ir al parque. — Pidió mientras estiraba sus brazos hacia él con la intención de que la cargara.

Gguk tomó a la pequeña por las axilas, levantandola para luego tomar sus llaves del llavero e ir hacia la puerta principal.

— Mamá vuelvo en unos minutos, llevaré a Vai por un helado. — Su madre asintió y continuó hablando con el mayor de sus hijos.

Kook volvía del parque con una contenta Vaiana la cual sostenia con fuerza la mano de su hermano, el azabache tarareaba una canción distraído hasta que posó su vista en una chica que salía de la casa de sus nuevos vecinos, esta última vestía un ve...

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Kook volvía del parque con una contenta Vaiana la cual sostenia con fuerza la mano de su hermano, el azabache tarareaba una canción distraído hasta que posó su vista en una chica que salía de la casa de sus nuevos vecinos, esta última vestía un vestido blando con flores y portaba una bonita trenza que mantenía su largo cabello rubio organizado.

Gguk trago grueso al verla de frente, su rostro era pulcro como la porcelana más fina, labios gruesos y perfectamente pigmentados, mejillas rellenas y una tierna nariz de botón, pero lo que más llamó su atención fue esa dulce mirada que le cautivó al instante.

Perfecta.

Formuló el azabache sin siquiera darse cuenta, estaba tan perdido en su ensoñación que no se percató de los llamados de su hermana hasta que esta no hizo más que gritarle.

— ¡Kookie! — Chillo la pequeña con las cejas fruncidas y un adorable puchero en sus labios.

— ¿Eh? — Baja la mirada aturdido, notando el enfado de su hermana — ¿Qué pasa?

— Se me ha caído mi helado... – Formuló con la voz apagada señalando su bola de helado sobre el césped, los ojitos de la pequeña comenzaron a aguarse y su labio inferior empezó a temblar.

— No, no, no, no, Vai no llores. — Intento calmarle volviendo a tomarla en sus brazos, pero eso no evitó que la pequeña emitiera un lastimero llanto llamando la atención de su nueva vecina.

La rubia se acerca hasta donde estaban los hermanos Jeon con un rostro de notoria preocupación, jugaba con sus dedos con ligero nerviosismo hasta que estuvo frente a ambos.

—Hola, lamento entrometerme, pero ¿Esta bien? — Dijo de forma suave refiriéndose a la pequeña que sollozaba entre sus brazos.

En ese momento el cerebro de Jungkook seguía procesando el hecho de que la muchacha se había acercado de manera tan natural a hablarle, tan así que no pudo formular palabra alguna.

— Uhm... ¿Hola? — Volvió a hablar al no recibir respuesta por parte del azabache.

— Es-este... ¡Si! No te preocupes, Vai solo dejó caer su helado de forma accidental. — Habló tan rápido que Jimin apenas pudo entenderle, logrando que soltara una risita por la actitud del mayor.

— ¿Eres su niñero? – Preguntó mirando a la pequeña.

Vai dejó de llorar al escuchar tal pregunta y volvió a lucir molesta ante tal insulto.

— ¡No! Kookie es mi hermano mayor. – Se cruzó de brazos mirando de mala forma a la contraria, y ella no hizo más que ver con confusión a Gguk por la falta de parentesco.

— Mi familia es interracial. — Trato de explicar sin balbuceos, mirando atónito el rostro de Jimin.

Kook no entendía porqué le costaba tanto hablar bien, pero estaba seguro que su actitud tenía encantanda a Jimin.

— Su cabello es bonito ¡Es como Elsa! Mira, Kookie. — La pequeña dejo todo rastro de triste a un lado para darle paso a una linda sonrisa.

Jimin procedió a entonar una pequeña parte del coro de la banda sonora de aquella película, haciendo que la niña aplaudiera emocionada.

— Tu cabello convención por completo a Vaiana, porque ninguna chica le ha caído bien hasta ahora, ni sus maestras — Logró decir Gguk sin tartamudeo, felicitandose internamente.

Jimin de un momento a otro empezó a sentirse totalmente nerviosa, recordando ciertos acontecimientos de su vida actual lo que la llevó a querer irse de inmediato.

— De-debo irme... — Menciono JiMin alejándose apresuradamente de los dos hermanos, se abrazo así misma volviendo al interior de su casa.

El temor de volver a ser rechazada por ser como era volvía a invadir su pequeño cuerpo, los recuerdos de su anterior ciudad arremetiendo en su cabeza haciéndola sollozar.

Cerro la puerta de su nueva había, quedándose apoyada sobre esta, dejándose caer despacio hasta que toco el suelo.

— JiMin, hija... ¿Estas bien? Te ví entrar de forma apresurada a la casa, ¿Paso algo con ese chico allá afuera? — Escucho a su padre através de la puerta.

JiMin no hizo más que sentirse estúpida el resto del día, se supone que ahora si podía ser ella misma sin tener miedo de ser juzgada, ¿Verdad?






















Es un poco corto pero espero les haya gustado el primer capítulo. 😳

Se vienen muchas cosas el los siguientes caps así que prepárense.

H A S T A L A P R O X I M A

Carol. 💕

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 𝐍𝐞𝐱𝐭 𝐓𝐨 𝐌𝐞; KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora