Los Secretos Nos Destruyen

Capitulo 27

No podía ver nada, pero si lograba escuchar como conversaban dos personas pero no distinguía bien ni sus voces ni el tema de conversación, aún me zumbaba el oído. No podía mover las manos ni los pies porque los tenía atados a una silla de la cual estaba sentado, también tenía una capucha negra que no me dejaba ver nada.

– Despertaron –, susurro una voz masculina que no no lograba distinguir.

– ¡Vete ya! –, Dijo la otra voz femenina que se me hacía familiar pero estaba muy agitado, confundido y asustado como para recordar de quien era.

Daniela: ¡Quitenme esta mierda!

– Esperen un momento, pronto llegará -A, pero necesito que estén dormidos para su llegada –.

– No, No, No, No, por favor, no, empezamos a gritar todos en coro –.

Cuando de repente sonó el primer crujido, ya no escuchábamos la voz de Alejandro, Peña, Daniela y Yo empezamos a gritar y a llorar cada vez más fuerte.

Cuando el segundo crujido llegó, ya no escuchaba la voz de Peña, Daniela, siguió gritando desesperadamente, yo ya estaba paralizado.

Cuando después de un tiempo, el silencio inundó la sala, el tercer crujido llegó y ya no escuchaba los gritos de Daniela, así que en silencio espere que llegara a mi.

Cuando escuche unos pasos detrás de mi, todo se volvió automáticamente negro, de nuevo.

Sueño

– ¡Que te dije maldita sea Franco! –

Otra vez me encontraba en esa habitación blanca, con una mesa.

Me encontraba sentado en frente de Valentina.

Franco: Perdoname, no se en que momento paso.

Valentina: Ahora se va a complicar todo.

Franco: ¿Porque lo dices?

Valentina: Ustedes no van a morir, pero créanme se viene un verdadero infierno en vida.

Franco: ¿A que te refieres?

Nunca llegué a entender, porque Valentina nunca llegaba a el punto cada vez que hablaba con ella, siempre hablaba en modo acertijo, y eso me estresa demasiado.

Valentina: No falta mucho tiempo para que despiertes, así que solo te digo que prepárate para lo que viene, solo ten la certeza de que ahí estaré yo ayudándolos, tenlo por seguro.

Franco: !Valentina dime de una maldita vez, ¿quien es -A?!

Valentina: No puedo.

Franco: ¿Porque no puedes?

Valentina: Es complicado.

Franco: Valentina por favor.

Otra vez, el ambiente se desvanecía, estaba despertando y me iba a ir sin esa información.

Valentina: mmmm, -A es...

Franco: Valentina.

Valentina: -A es...

Valentina se desvaneció completamente.

Fin del sueño

Me encontraba de nuevo atado de manos y pies a una silla, junto a mis amigos, no había rastro de nadie más, solo había despertado yo.

– ps, ps, ps, Daniela, Peña, Alejandro –, dije tratando de despertarlos.