Capítulo 14

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Alejandro se fue corriendo lo más rápido que pudo llorando sin cesar, peña no dudo dos veces y lo persiguió por todos los caminos que rodeaban las tumbas de resto de los difuntos.

– Persiguelos rápido – Me dijo Daniela casi gritandome.

Salí corriendo en la dirección en donde corrieron Peña y Alejandro, no podía ver bien los arbustos eran muy altos y tapaban mi visión por los pasillos del jardín de difuntos.

Así estuve unos minutos cuando los Vi parados al lado de un árbol un poco lejos de donde yo estaba, decidí hacercarme y note que tenían una conversación.

Peña: Todavía no me cabe en la cabeza que siempre estuviste enamorado de Valentina.

Alejandro solo bajo la cabeza apenado mientras que sus lágrimas recorrían un camino largo desde sus ojos hasta su barbilla para luego caer en picada al frío suelo del cementerio.

Me acerque sigilosamente sin decir nada para no interrumpirlos.

Peña: ¿Porque nunca nos dijiste nada?

Alejandro: ¿Y que hubiera dicho?

Peña: Avisarnos aunque sea. dijo Peña de una manera demasiado hipócrita y sarcástica.

Me parecía muy mal la manera en la que Peña trataba a Alejandro, habeces pienso que Peña no tiene sentimientos, porque trata muy mal a las personas de vez en cuando.

Alejandro: Tu sabes que así yo le dijera que me gustaba ella jamás me pondría cuidado y tu sabes porque.

Noté como Peña frunció el labio y me giro la cabeza de manera brusca en la dirección en la que yo me encontraba haciéndole entender a Alejandro que yo me encontraba cerca de ellos, no sabía cómo sentirme si sentirme enojado, indignado, triste o simplemente ignorarlo, lo único que si sabía es que ellos me estaban ocultando algo y que tenía que averiguarlo.

Un silencio incómodo se apoderó de la situación, así que decidí romper el hielo diciendo.

Franco: Peña, deja de ser tan malo con el, acaso no ves que está muy dolido y triste.

Peña: Si, pero el tiene que aceptar la realidad. Dijo Peña con un tono de voz alto.

Franco: Cuál realidad, lo único que estás haciendo es volviendolo a transportar al pasado haciendo que le duela mas. Dije también con un tono de voz alto.

Peña bajo la cabeza arrepentido y se dirigió donde estaba Alejandro y lo abrazo. – Perdóname Alejandro no tuve que haberme portado así –. Dijo Peña arrepentido y Alejandro asintió y se resguardo en el abrazo de peña.

La voz de Daniela inundó nuestros oídos llamandonos para la eucaristía de despedida exclusiva para Valentina.

– Vayan ustedes yo me quedo – Dijo Alejandro con la voz temblorosa y ronca, – Si tú no vas, yo tampoco – Dijo peña abrazándolo más fuerte.

Me dirigí a donde se encontraba Daniela y fuimos a la iglesia a escuchar la eucaristía.

Ya llevaba varios minutos desde que la misa había empezado cuando Peña y Alejandro vinieron desde el jardín de los difuntos y se sentaron al lado de Daniela y mío.

El padre decidió dar un espacio para los que quisieran darle otro mensaje de despedida a Valentina.

Peña se paró de la silla y se dirigió al altar para hablar.

Peña: Yo ya no tengo nada más que decir, bueno solo una cosa que yo le prometí a ella, y es que ella siempre me dijo que estuviera orgulloso de mí pase lo que pase y que me animará a decirles a todos que yo soy bisexual y con lo que acabo de decir le e cumplido ya no soy alguien reprimido y estoy orgulloso de mí y yo sé que ella también lo está.

Los Secretos Nos DestruyenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora