CONSEJO DE MAMI: parte 1

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— ¿Mamá cuándo volverá por nosotros?—pregunte mientras me bajaba del auto junto a mi hermano rostín.

— no te preocupes mamá volverá de noche— lo dijo rostín con un tono burlesco hacía mí.

— rostín no te burles de xenovia.... ella solo tiene 5 años de edad y debes cuidarla— madre lo reprendió mientras yo cerraba la puerta para que ella pudiera partir.

Mamá tenía que viajar para el país vecino e iría en avión y como no puede llevarnos a nosotros nos dejó en casa de unos amigos de ella.
Ha esas personas nosotros las llamamos como tíos ya que nuestras familias eran muy cercanas. Aunque en realidad no estamos emparentados.
Mi hermano rostín era un tanto malo conmigo ya que me dejaba de lado cada vez que quería jugar con él o incluso cuando le hablaba el me ignoraba. Me gustaría que el fuera como mamá y cuidara más de mí.
— no se peleen y rostín cuida a tu hermana— pronuncio mamá mientras estaba subiendo el vidrio delantero del auto. Cuando se iba trate despedirme rápidamente pero ella al parecer no me vio. Tome me una mano de rostín un tanto asustada, debido a que yo no sabía exactamente con quien nos quedaríamos.

— ¿rostín quien nos cuidaran? ¿la tía clara o el tío seiya?— lo dije, pero rostin me ignorando.

Tire un poco de su chaqueta para insistir..., pero el solo me miro y me siguió ignorado. Estaba un poco asustada la verdad, ya era tarde y mamá nos dejó en una casa que no conocía.

Mi hermano se acercó a tocar la puerta dejándome levemente atrás.

— hola..... ¿Hay alguien en casa?— mientras gritaba. Se puso a gritar bastante fuerte por que tardaron en responder.

— Ya va — respondió una chica que no conocía.

Abrió la puerta una chica un poco más baja que mamá, ella tenía el cabello negro con puntas blancas, unos ojos blancos que las destacaban mucho, aunque ella no tenía una figura muy pronunciada como la de mamá.

— oh...¿ustedes son los hijos de Roxana?, no los había visto en 2 años están muy grandes. Pronuncio ella mientras nos dejaba entrar a su casa.

Yo no recordaba quien era, pero me acaricio la cabeza al entrar. Ella era muy cálida me agradaba.

— ¿dónde está el tío agato? — pregunto mi hermano un tanto desinteresado por quien lo había recibido. Creo que no termino de caer muy bien a la chica.

— En primera no lo llames tío y en segunda está arriba en su cuarto, ve con el sí recuerdas cuál es su cuarto — dijo amablemente la chica.

— Si prima shion — mi hermano al parecer quedo muy dócil ante las palabras de esta chica que el llamo shion.

Creo que no recuerdo ni a ella ni al tal agato.

Mi hermano se fue por las escaleras, pero antes de perderse de mi vista se giro para mirarme, pero siguió para irse de mi vista. Yo solo me entristecí al quedar un poco sola

— ¿xenovia no te llevas bien con Rostín? — me lo pregunto como si estuviera leyendo mis pensamientos.

Aunque yo evite la pregunta.

— ¿tú no eres tía clara? ¿Qué le paso a ella? — pregunte un tanto inquieta al quedarme sola con ella.

Ella se me acerco a mí aunque esta vez se agacho para poder acariciarme.

— como oíste de tu hermano yo soy shion tu prima, pero te noto un poco inquieta que tal si me ayudas a ordenar la mesa para que podamos cenar juntos ¿sí?— ella siguió acariciándome. Era muy cálida muy amable, yo solo accedí como si me estuviera hipnotizando.

La ayude con lo que pude ya que con mi pequeño tamaño solo pude mover algunas cosas a la mesa. Cuando terminamos estaba todo dispuesto para llevar la comida, pero shion me detuvo y me sentó en una silla junto a ella. Me trataba como mamá.

—xenovia te noto aun inquieta ¿qué ocurre? — me dijo amablemente mientras tenía una mano en mi cabeza.

Su calidez me recordaba a la de mama. Me sentí un poco triste al separarme de mamá, pero shion me daba esa calidez que me faltaba. No es como si mamá me dejara sola mucho tiempo. Pero siempre que lo hacía quedaba a merced de mi hermano y de papá que la verdad no era muy delicado conmigo.

— Mamá me dejo sin poder decirme cuando volvería y mi hermano no me cuida, solo estas tu shion— dije entre una lagrimas que me brotaban.

Ella me abrazo cariñosamente y me dijo.

— es un amor de madre lo que te falta yo te lo daré por el tiempo que este aquí— pronuncio mientras me abrazo.

— Si tu mamá no está yo seré tu mami— al escuchar esas palabras puse mi cabeza en su pecho y me puse a llorar ya que me recordó tanto a mamá. Puede que su pecho no fuera como el de mamá pero sentía su mismo calor.

Desde ese entonces cada vez que la veo la llamo MAMI shion.

erotomanía broconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora