ℂ𝕠𝕥𝕥𝕠𝕟 ℂ𝕒𝕟𝕕𝕪 ♡︎𝙼𝚊𝚛𝚔𝚐𝚢𝚎𝚘𝚖♡︎

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Los trabajadores de este lugar se relajan casi todo el tiempo, eso lo tuvo muy claro Yugyeom a tan solo dos semanas de trabajo ahí. ¿Cuando es que ese "casi" se aplicaba?, cuando Kim Heechul aparecía.

Heechul era el jefe, no solo del apartado de trabajadores de esta sucursal, sino el dueño de todo, aparentemente se trataba de un negocio familiar. Era como ver a un jefe de la mafia con su gato, un chico pequeño de rasgos gatunos y actitud juguetona que siempre traía a su lado, su nombre es Kim Baekhyun y adoraba pasar tiempo con Mark cada vez que su tío venía a hacer una visita patética al parque.

—Te lo juro, debe medir 1'80 al menos, Mark, es adorable

—No creo que alguien de esa estatura pueda si quiera ser adorable—Aunque Mark ríe tras decir aquello esta hablando enserio, no lo cree posible.

—Pues velo creyendo, porque mi meta es hacerlo mi novio en este mes máximo

—¿No dijiste que lo conociste esta semana?

—¿Dudas de mis encantos?

—Bien, no dije nada—rueda ligeramente los ojos cuando Baek no lo ve y se queda viendo a una pequeña niña rubia que está a tan solo unos metros y que parece asustada.

De pronto esta comienza a llorar y Tuan quiere correr a ver qué ocurre para que tal cosa bella llore de esa forma; una gran espalda vestida de chaqueta color azul brillante le tapa la vista de inmediato.

Yugyeom acaba de ir como loco a ayudar a la niña. Era una especie de reflejo, cualquier persona rubia le recordaba demasiado a su pequeño hermano, ese lado empalagoso de Kim salía sin aviso. Toma las mejillas de la niña y limpia sus ojos con casi demasiado cuidado.

—¿Estas bien?,¿Te lastimaste?—Pregunta en un tono adorable, sin embargo, la niña no responde y sigue llorando en una especie de trance. Yugyeom sabe que debe sacar el arma secreta—Soy Yugyeomie, trabajo aquí y quiero ayudarte —hace pequeños gestos aniñados y le sonríe, sería mentir si dijera que la niñita no quedó anonadada por ver al chico así.

—Mis...Mis...Mis papás.

Yug echa un vistazo a los alrededores y cae en cuenta entonces de lo qué pasa.
Acaricia la cabeza rubia y pequeña antes de decir:

—Esta bien—se levanta y extiende su largo brazo hacia ella aun dejando su espalda ligeramente encorvada para alcanzarla— Vamos a buscarlos,¿si?

Cuando ambos se alejan del puesto de algodones de azúcar, Baekhyun está mirando a Mark con una ceja elevada.

—¿Que alguien de 1'80 no puede ser adorable?, ¡Mi trasero!

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