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Gyeom solía hacer compras con su madre cada fin de mes. No era un adicto a la moda o un comprador compulsivo, pero a su mamá siempre le gustó salir a centros comerciales con él, comprar por horas y al final comer helado con cinco bolsas en cada brazo.  Quizás no siempre usaban esa ropa, pero no les preocupaba demasiado porque siempre podían hacer una buena acción donándola al final del año.

Pero esta vez no era fin de mes y Yugyeom estaba solo al centro comercial. Era sábado y tras semanas de haber pasado tiempo con Mark ya habían intercambiado números, el mayor le había pedido salir ese día, pero no mintió cuando le explicó que tenía algo importante que hacer y no podía complacerlo.

Yugyeom se aproximó a el lugar de paredes amarillas y adornos rojos, entró con algo de nervios y mordió su labio inferior mientras esperaba su turno.

—Buenos días, me llamaron ayer diciendo que mi paquete ya estaba aquí y...

—Nombre—pidió secamente la chica de coleta de colores.

— Yugyeom Kim

Ella lo miró confundida. Problema habitual para él que su nombre no fuera fácilmente comprendido en su país a pesar de todo.

—Puedo escribirlo por ti, si quieres—se ofreció y la chica de hizo a un lado rápido asintiendo. Lo dejó escribir y le sonrió un poco después.

—¿Eres coreano?

El chico no esperaba una pregunta de ese tipo, por eso la miró con ojos de cachorro y luego contestó incómodo.

—No, no lo soy ...

—¿Tus padres quizá...

—¿Mi paquete está aquí?

Por fin se apresuró a buscar en la forma de la computadora y se levantó de mala gana, después de un poco puso una caja de tamaño mediano sobre la barra y le dio una pluma.

—Firma aquí—le pasó una hoja y esperó.

Yugyeom firmó y se fue rápido de ahí, eso había sido por mucho algo extraño e incómodo. Vio la caja en sus manos después y sonrió algo tranquilo tras haberla recogido. Realmente estaba ansioso por ver.

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ℂ𝕠𝕥𝕥𝕠𝕟 ℂ𝕒𝕟𝕕𝕪 ♡︎𝙼𝚊𝚛𝚔𝚐𝚢𝚎𝚘𝚖♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora