Segunda parte de Mio (dominación).
Con cachorros fugitivos, comidas extravagantes, muchos fetiches. Yoongi siendo el mejor Dom de la historia.
Un esperado e inesperado final no tan final.
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Yoongi nunca había sido una persona de IKEA, pero estaba a solo once minutos a pie de la antigua estación de carga y era la única tienda que había. Además, ofrecían un baño limpio y un desayuno para cachorros que era sorprendentemente saludable.
Justo cuando pasaba por la sección de "Living", sonó su teléfono.
-Hola papi, ¿qué haces?
-¿Qué tal buenos días, señor?
-Buenos días, señor, ¿qué está haciendo? ¿Puedo ir a desayunar?
-No- Yoongi lanzó su mirada de muerte más fulminante a la madre, que no se molestó en evitar que sus hijos saltaran como locos en el sofá NOCKEBY por $1,199.00- No estoy en casa.
Taehyung entrecerró los ojos cuando escuchó un anuncio de un amigable orador por el teléfono, sobre el pequeño Jisung que aparentemente debia ser recogido por sus padres de la sección de juegos.
-¿Estás en IKEA? ¿Estás comprando una cama para mi habitación?
-No- Yoongi sacó un cojín AVSIKTLIG de $10.99 de una gran canasta de metal, lo miró y lo volvió a meter- Ni siquiera estoy cerca del departamento de jodidas camas- estudió la etiqueta de un somier de tamaño queen en madera oscura, cuestionando la calidad a un precio de solo $139.00.
Taehyung no creyó una sola palabra.
-Me gusta el OPPLAND king size.
-Chico. Solo estoy comprando una botella de agua. Y no obtienes una cama con una maldita cabecera cubierta de tela. Esa cosa estaría cubierta de manchas de semen después de un mes.
Taehyung quería argumentar que es lavable, pero luego decidió no hacerlo porque era demasiado peresozo como para hacerlo. Entonces cayó en la cuenta, y él juntó dos más dos.
-¡Oye, espera un minuto, sé lo que estás haciendo!- él sonrió, metiéndose un poco de pelo detrás de la oreja- Estás visitando a Jinnie. ¿Puedo ir?
Yoongi bajó las escaleras, con una manta de lana gris de $13.99 debajo del brazo.
-Ya te lo dije, te mantienes alejado de la puta calle. Ya es bastante malo tener a uno de ustedes afuera- miró a su alrededor, buscando la forma más rápida de pagar- Y hoy trabajas en la tienda.
-Lo sé- Taehyung ni siquiera trató de ocultar la decepción que sentía. Estar con Yoongi y Seokjin en la calle sonaba como un sueño hecho realidad.
-Quieres ser bueno para mí- Yoongi se dio vuelta, castigando al tipo que empujó su carrito de compras en sus tobillos con una mirada helada de desprecio soberano.
-Sí, señor. Por favor que vuelva a casa.
Yoongi entrecerró los ojos.
-Te hablo después, muchacho- escuchó un ruido de besos a través del teléfono antes de que se terminara la conexión y la dependienta le pidió su tarjeta familiar de Ikea.
