—Papá tengo a la modelo
—¡Qué bien! ¿Qué pasó con el otro?
—Estoy en eso, he hablado con varios pero dicen que están ocupado, últimamente hay mucho desfiles de moda. Pero tendré que buscar uno que no sea profesional pero que tenga todos para ser nuestro modelo
—Tu has lo tuyo, confío en ti, se que encontraras a un modelo y sino sabes que tendrás que ser tú
—Definitivamente no. Yo encontraré a uno, eso te lo aseguro…
Dos horas más tarde
—MIERDAAA! Tendré que ser el puto modelo!
Jungkook veía al mayor maldecir, pasó todo el día llamado a alguien que quiera ser su modelo pero al parecer no lo encontró y terminó siendo él el modelo, el rubio estaba súper frustrado y estresado. Se sentó en la mesa del comedor agarrándose los cabellos frustrado, pensando en quién más podía ser su modelo para no ser él. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una llamada.
—¡Diosito ayúdame para que sea algún modelo! – Dicho eso salió corriendo para la cocina a buscar el teléfono que lo había dejado allí
El castaño se sorprendió por la petición que le hizo el demonio a Dios
“ Bueno, no es tan demonio como pensé”
El menor miró al rubio llegar al comedor
—Buenas tardes señorita Lee… Me alegra mucho que allá aceptado… O esta bien, claro que sí… ¿ En mi Casa? … Claro que no es molestia, le mando la dirección por mensaje, venga preparada… Como a usted le parezca pero eso es solo por hoy. El día de la sesión de fotos y la entrevista la maquillara otra persona… Esta bien la espero.
Jungkook miró al mayor llamar de nuevo he irse a otro lado, la verdad era que se sentía incomodo por lo que paso, y además que el tipo se molesto con él y ha pasado todo el día ignorándolo, más incómodo se sentía pero, que culpa tiene él de que el era una sádico que se moría por sexo, a puesto que él solo lo había ayudado para tener la oportunidad de acostarse con él.
Era puro interés, él también se sentía molesto porque no podía creer que las persona vivían de interés y chantaje, no pueden hacer las cosas sin ningún interés.
Vio al rubio que se había sentado en el sofá grande mientras hablaba por teléfono; él por otro lado estaba sentado en el sofá individual, el chico veía al mayor hablar concentrado por el teléfono, vio como movía sus labios mientras hablaba, como mantenía su mirada en un punto en específico, miró sus ojos color miel tan profundos pero tan relajados, miró su sedoso cabellos rubio que parecía de oro, miró su perfil. El castaño no se había dado cuenta cuan hermoso era el mayor, tenía una belleza inimaginable, busco y busco algún defecto y mayor sorpresa al percatarse que no encontró ninguna.
Que Dios lo perdone pero le molestaba que una persona tan hermosa pueda ser tan imbécil, era un manipulador y interesado, de paso es una acosador, él se imaginaba que como lo acosa a él acosa y le hace lo mismo a muchos. Se molesto más por eso
—Si quieres puedes ducharte – Dijo el rubio dejando el teléfono aún lado y parándose – El mi cuarto hay ropa, escoge la que quieras, es la primera puerta que esta en el pasillo
El menor le hizo caso y subió las escaleras y entro a la habitación del mayor, era una habitación muy hermosa, miró el clóset y abrió varias gaveta en busca de ropa, cuando escogió unos bóxer, una camisa manga larga y unos jeas salió de la habitación y entró en la habitación donde él despertó anteriormente, dejo la ropa en la cama y se metió en el baño.
