Un joven rubio todavía se sentía algo inquieto por lo que había ocurrido.
Nadie le había hecho sentir así, de tan solo pensar en la mínima cosa, le provocaba una excitación increíble, aún así con todo lo que hizo no se sentía conforme, no hasta lograr con su objetivo. Hasta que no penetre ese hermoso culo y toque hasta la mínima parte de su cuerpo no se iba a quedar tranquilo, se sentía inquieto
—Ay Conejito ~… —Soltó un suspiro pesado para después levantarse meterse a la regadera para darse una ducha de agua bien fría
Jungkook después de lo ocurrido y de dormir una no muy larga siesta, se levantó de la cama directo al baño, luego después de salir, secarse y vestirse, bajó directo a la cocina rezando internamente por que Taehyung no este o se haya ido a su trabajo, quería evitar a toda costa los acosos, preguntas y bromas de parte del rubio porque sabía que de ahora en adelante sería más constante por haber caído ante aquella tentación; quería abofetearse él mismo por haber dejado que eso pase pero al menos pudo contenerse cuando esté lo tentó para llegar al otro extremo, gracias al cielo logro rechazarlo siendo que su cuerpo decía lo contrario pero, sorpresivamente una parte de él no se arrepentía y eso atormentaba su mente.
El mundo aparentemente no estaba a su favor porque cuándo entró a la cocina lo primero que vio fue a Kim Taehyung sin camisa, cocinando. Así como llego a la cocina silenciosamente, así mismo se dio la vuela y hizo ademán de irse
—Buenas noches Conejito.
La voz del rubio inundó sus oídos lo hizo tensar un poco, se dio la vuelta de nuevo para mirar al rubio observarle
—Buenas noches… — Le respondió aún mirándolo
—Ya casi esta la cena, siéntate en la mesa – Le dijo volteándose para volver a lo suyo
Raro
Pensó Jungkook, no veía nada bueno de esa actitud, algo tramaba
Con cautela se sentó en la mesa como le dijo Taehyung, al rato se apareció el rubio con dos platos de comida, luego se devolvió para traer una jarra de jugo y vasos, se sentó y le sonrió dulcemente
—Provecho
Jungkook quedó mirándolo casi en shock para luego pestañar
—Provecho – Fue casi una pregunta de lo extrañado que estaba
Taehyung le volvió a sonreír y luego se dispuso a comer tranquilo, como si nada hubiese pasado, es que si paso algo o no, Taehyung nunca dotaba esa actitud que el pobre Jungkook no sabía ni como descifrarla, se comportaba como un chico carismático, alegre, amable cariñoso y tierno ¿dónde quedó el otro Taehyung?
—Conejito se te va a enfriar la comida – Le dijo metiendo los palillos con comida a la boca
—¿Y el otro Taehyung? — Se cacheteó internamente por haber pensado en voz alta
—¿Qué otro Taehyung ¿Sólo hay uno y ese soy yo loquito – Jungkook casi tenía un tic en el ojo
—El demonio pervertido que vive molestando
Taehyung soltó una risita y negó con su cabeza
—Soy el mismo Conejito, solo hay un Taehyung
—Pero…
—¿Lo extrañas?
Jungkook lo miró con los ojos entrecerrados, tenía el presentimiento que Taehyung lo estaba chantajeando
—Solo me parece extraño tú comportamiento
—¿Por qué?
—Porque sí
