||𝙎𝙏𝙀𝙑𝙀 𝙍𝙊𝙂𝙀𝙍𝙎 ||𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎||

𝗡𝗢𝗧𝗛𝗜𝗡𝗚 𝗘𝗟𝗦𝗘 𝗠𝗔𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦

-NaiDrysdale 🌚 Espero te guste ❤️

|Muy cerca, no importa que tan lejos
No podría ser mucho más del corazón|

_______ se encontraba observando por los binoculares al rubio quien se encargaba de ayudar a escapar a unos prisioneros de un grupo terrorista, estaba tan solo un poco preocupada por él, sabía que su novio era capaz de salir ahí sin heridas mayores.

—Estatus, _______.—dijo por el comunicador el rubio.

Ella observó de nuevo por los binoculares y volvió a comprobar que estaba despegado el camino para que siguieran huyendo.

—Despejado capitán.—dijo ella seria.

Por el otro lado de la comunicación escucho a Steve soltar un gruñido.

—No me llames así, ______.—gruñó él.

Hace algunos años había dejado de ser el Capitan America y sólo era Steve Rogers, entre la gente se escuchaban los rumores de que había adoptado un nuevo apodo, lo llamaban Nómada, junto a su novia se encargaban de proveer seguridad a cualquier lugar al que iban.

—Lo siento, la costumbre cariño.—dijo ella riendo por lo bajo.—Ya casi llegan al punto de extracción.

Steve suspiró y siguió guiando a la gente detrás de él.

Cuando llegaron los estaba esperando ______ para guiar a los demás a la camioneta.

Steve observó cómo su novia ayudaba a subir a las personas que estaban lastimadas a la camioneta.

—¿Estás listo?—preguntó ella encendiendo el motor.

Él asintió y ______ aceleró hasta el fondo para poder salir del lugar lo más rápido posible.

Cuando llegaron a un lugar seguro, ella tomó un respiro y tocó el collar que llevaba encima, lo sostuvo entre sus dedos y suspiró.

—Hemos tenido éxito.—dijo él atrayéndola hacia él.

Ella sonrió y asintió, aún sosteniendo el collar, él bajó la vista a su mano que sostenía delicadamente el relicario.

—¿Estás bien?—preguntó preocupado.

Ella inmediatamente asintió.

—Ahora lo estoy.—dijo abrazándolo más a ella.

Steve correspondió encantado, estaban tan cerca que ella sintió el corazón del rubio palpitar rápidamente en medio del abrazo.

Estaban lejos de su hogar, pero ahora no eran más que unos criminales a la vista de todos, pero aún con la distancia se sentían tan cerca, tan cerca del corazón.

|Siempre confiando en quiénes somos|
|Y nada más importa|

—¿Estás lista?–preguntó a él, antes de entrar a la bodega ilegal que llevan meses rastreando.

Ella asintió tomando aire, preparándose para el ataque que desatarían entre los mercenarios y ellos dos.

Ambos entraron revisando cuidadosamente la bodega que contenía armas vendidas por Hydra.