Darkness || Hinny

VII. Su mejor amigo...

Theodore

Ha sido una gran hazaña el haber rescatado a Albus en tiempo récord.
Si alguien hace enojar a Mione, espero que se cuide.
Pero como habíamos dicho, teníamos que seguir con lo nuestro y mi hermana seguía siendo tan fría como siempre.
_Mione, ¿Alguna vez volveré a verte sonreír en serio?
_estoy sonriendo Theo, ¿Qué te hace pensar que no lo hago?
_hablo de una sonrisa real
_ no pidas mucho, hermanito. Ahora manos a la obra, que Lucius vendrá con su hijo en media hora.
Resignado fui a avisarle a mi hermano mayor y a las chicas de la visita de nuestro socio.
El negocio familiar necesita de todos al fin y al cabo.
Pero al abrir la puerta del despacho que utiliza mi hermano para las finanzas me lo encontré viendo algo fijamente.
Sostenía un cuaderno pesado en sus manos.
_¿Que haces, Potter?
_nada, solo... Miraba a mi padre.
Su voz sonaba algo quebrada.
Y al acercarme pude ver lo que tenía en sus manos.
Un álbum de fotos.
El álbum de mi padre.
_mi tío y mi padre fueron grandes amigos...
_tu padre fue su mejor amigo, Harry.
_lo sé. Nadie mejor que Stephan para cuidar de nosotros.
_Sabes... Mamá no era una mujer débil. Con o sin mi padre ella te hubiera sacado adelante.
_fue mejor el que se haya enamorado de Stephan. Ambos estaban rotos...
_ni siquiera pudieron despedirse de él. Tú eras muy pequeño.
_ a penas tenía tres años.
_dejemos el pasado donde está. Centremonos en Mione. Ella está repitiendo la historia, y la verdad es que tengo miedo. Tengo miedo de que ella termine igual que mamá.
_también yo. No quiero perder a mi hermanita... No quiero perder a ninguno de ustedes dos, son mis hermanos y los quiero.
Así con los ojos rojos carraspee.
_bueno, dejemos el lloriqueo. Es casi la hora de bajar.
_bien, yo le diré a las chicas.
_te espero abajo
_claro
Me dirigí a la puerta del despacho y cuando estaba por salir volví a escucharlo.
_oye Theo... quiero que sepas que además de mi hermano tú eres mi mejor amigo. El mejor de toda esa tira de inútiles.
No pude más que sonreírle de vuelta.
_vamos, apresúrate idiota.

Harry

El encontrarme con el álbum de fotos del tío Stephan fue remover viejos dolores.
Me recuerdo de pequeño preguntando por mi padre.
Recuerdo el bello rostro de mi madre lleno de lágrimas.
Recuerdo a un jóven Stephan Nott arrullandome en su pecho para dormir, con sus gafas empañados por las lágrimas.
Al ver las fotos de mi padre y él juntos recuerdo un poco más.
Stephan Nott siempre fue un poco más alto que mi padre.
De un porte imponente y cabello más oscuro. De ojos tan azules como los míos, siempre flanqueados por elegantes anteojos. Hasta hubiese pasado por mi padre de no parecerme tanto a quien me engendró.
Por otro lado James, el hombre que me dió vida, era un poco más bajo y de cabello un poco más claro; de mirada bondadosa.
No termino de entender cómo logró que lo desaparecieran del mapa.
Mi madre estaba ligada a la mafia, claro que sí. Pero nunca al nivel de Stephan; él y su hermana Bella eran los príncipes de la mafia alemana en el mundo. Pero mi padre, no tenía nada que ver. Supongo que solo estuvo en el lugar equivocado ese día.
Cuando fui creciendo fui olvidando muchas cosas.
Pero Stephan Nott jamás dejo que olvidara a mí padre.
Él siempre me habló de él, de su mejor amigo.
Muchas veces lo llamé papá durante los dos años que siguieron antes de dar paso a los mellizos en nuestra familia.
Lo veía aguantarse las lágrimas cuando lo hacía.
Parecía conmovido.
Yo siempre pensé que lloraba por mi culpa. Que odiaba que lo llamara papá.
Pero cuando mis hermanos aprendieron a hablar y lo llamaban papá su sonrisa era brillante.
Pensé que yo no le agradaba.
Empezaba a ser huraño con él.
Y pareció darse cuenta.
Recuerdo que un día, mamá y los mellizos estaban de visita con la tía Bella.
Él me llamó aparte y me subió a su auto.
Creí que me abandonaría.
Que se desharía de mí.
Pero en vez de eso fuimos al cementerio.
_¿Sabes por qué estamos aquí, hijo?
Negué al instante.
Él tomó mi mano y nos condujo entre las tumbas.
_todos los domingos vengo aquí a hablar con tu padre.
No lo entendí al principio.
Siempre me habían dicho que mi padre había ido a un lugar muy lejano y que nadie podía ir con él. Que él jamás volvería.
Entonces, ¿cómo hacía Stephan Nott para hablar con él?
Me señaló una elegante lápida y vi grabado un nombre.

James Potter

Te recordamos con amor: Lily, Harry y Stephan.

Cuida de nosotros desde donde estés.

Se arrodilló para estar a mi altura, tomó mis pequeñas manos entre las suyas y habló.
_aquí está tu padre. No espero que lo entiendas bien todavía, pequeño. Me honras llamándome papá, pero yo no deseo usurpar el lugar de James. Él era mi mejor amigo, mi hermano. Él merece que tú le llames padre, que lo ames como tal. No me molestó jamás que me llamaras de ese modo, pero creo que es tu derecho saber que tuviste un padre que te amó mucho. Yo no lo soy, pero te amo como si fueras mi hijo, ¿Sabes por qué?Negué al borde de las lágrimas.
_porque todos nos merecemos ser amados y sentirlo, que nadie nos deje solos... Porque ningún niño merece crecer sin un padre. Y sobre todo, porque eres lo único que me queda de mi mejor amigo. Y ¿Sabes qué, Harry? Puede que no seas mi hijo pero te amo como si lo fueses y te protegeré de todo aunque me cueste la vida. Porque tu madre, tus hermanos y tú son lo más importante que tengo en la vida, son mi familia.No pude contener mis lágrimas.
Lo abracé como nunca lo había hecho.
Recuerdo haberle dicho que lo sentía.
Que no quería ser grosero con él.
Me prometí ser un niño bueno, pero sobre todo aprendí una gran lección.
Que Stephan Nott era un hombre bueno y yo haría todo por él y por los míos.
Y ahora al recordar sus palabras pienso aplicar lo mismo con mis hermanos.
Ellos son lo último que me quedan de mi madre y del hombre que me crió como si fuese mi padre.