super bowl | patrick mahomes

party time

Un día me quedaba para cumplir con la apuesta y sinceramente, había perdido todas las esperanzas en ir a Georgia. Nos habíamos encontrado con varios jugadores durante estos días, pero la mayoría tiene novia y soy fan de lo leales que son, Marco Reus nunca pudo.

Hoy era la Gronk Beach Party que tanto había estado esperando mi amigo para celebrar y les digo porque ustedes no se imaginan todo lo que nos habló de la fiesta. Hubo un momento en donde Diplo y Flo Rida caminaban junto a Tom y a mí, causándome mucha gracia por lo emocionados que estaban de ver a mi hermano.

—¿Sabes por dónde salgo de esta gigante cosa? —le pregunto a Tom al oído y este frunce el ceño.

—¿A dónde vas?

—Quiero tomar aire, pero mejor iré a arriba y veré si hay un balcón o algo así —le explico y este asiente lentamente.

Le doy un beso en la mejilla y empiezo a subir la escalera, que estaba a varios pasos de nosotros y parecía eterna. Una vez que estoy arriba me cuesta dar con el balcón, pero soy capaz de encontrarlo minutos antes de casi darme por vencida.

—Uh, lo siento —murmuro cuando veo a alguien más mirando la playa muy concentrado—. Ya me voy, chau.

—No, no, quédate, no hay problema.

Mi boca se abre ligeramente al escuchar la voz del chico y trago en seco cuando se quita los lentes de la cara y se baja el hoodie que tenía puesto. Era el mismísimo Patrick Mahomes a mi lado.

—¿Cómo te llamas? —me pregunta sonriente. Ay dios, agárrenme.

—Mackenzie, pero prefiero que me digan Kenzie.

—Lindo nombre —murmura entre dientes—. A mi me gusta que me digan Pat.

—¿Qué haces aquí? ¿No te va a regañar el Coach Reid? —le pregunto para quitarme la curiosidad.

—No tiene ni idea de qué estoy aquí, de hecho —suelta aguantando la risa—. Necesitaba salir del hotel y alejarme del mundo del Super Bowl por unos minutos.

—¿Estrés?

—Miedo —espeta mirándome fijamente—. Los 49ers son un equipazo, pero nosotros hemos trabajado más que nadie para llegar a este momento y ahora todo se define en un partido, un partido que me tiene que salir todo a la perfección y digamos que soy bueno viniendo desde atrás, no ganando desde el principio. No podemos darles ventaja y tengo miedo de no ser lo que todos esperan que sea.

—Déjame decirte algo —susurro digiriéndome sus palabras—. Toda mi vida la he pasado en un campo de fútbol y nunca había visto a un jugador con la capacidad de soltar el balón como tu lo haces, es increíble. Jimmy es nuevo en esta liga prácticamente, así que aprovecha que haz jugado más partidos importantes y sabes como manejar la presión. Es tu noche, tu momento y hay veces donde sólo tienes una oportunidad.

—Ya va, toda tu vida en un cam...

—Bueno, mejor me voy, me deben estar buscando —digo rápido al verlo descubriendo de quién era hermana.

—¡Espera! —exclama tomándome por el brazo para que no me vaya.

—Suerte mañana, aunque no la necesitas.

Me deshago de su agarre e intento recordar el camino a la planta baja, logrando llegar a Tom en menos tiempo del esperado. Julian estaba con mi hermano y ambos se quedan estáticos observándome cuando aparezco de la nada a su lado.

—No me digas que perdí la apuesta —dice Jules rodando los ojos.

—Quita esa sonrisa de estúpida que no me gusta que pongas, idiota —replica Tom golpeándome en el hombro.

—¡Amo esa canción! —chillo al escuchar Don't Start Now de Dua Lipa—. ¡Dale, par de vejestorios, vamos a bailar!

—¿Será que se encontró con Reus arriba? —le pregunta Jules a Tom en un susurro, pero logro escucharlo.

—¡Gracias a Dios, no! Me encontré a alguien mejor, pero después se enterarán. ¡Jules, es mejor que prepares tu billetera porque me voy a ir a Georgia en mi nuevo Mazda!