Capítulo 1

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"Y comprendo que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres, es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. 

Federico Moccia.



Dicen que el hubiera no existe, pero es algo que me suena en la cabeza todo el tiempo, no puedo evitar pensar en todo lo que hubiera hecho, tal vez hubiera sido un gran cambio en mi vida como la conozco. Pero, sobre todo, me pongo a pensar en aquella fiesta de aniversario de bodas de los padres de Adam, si yo hubiera llegado un poco más temprano, o si ella hubiera esperado un poco más, quizás todo sería diferente.

Ese día me encontraba encerrado en mi habitación en Clarice House, con las manos en la cabeza frente al espejo sin saber qué hacer, cuando se trataba de ella, de Adriana, jamás sabía qué hacer, ella ponía de cabeza mi mundo y eso me encantaba, con ella podía ser quien soy, podía ser simplemente Henry, sin ver el título nobiliario que me precedía, siempre me había tratado como el chico que era, no por la persona que representaba en la monarquía británica.

A veces me ponía a pensar qué fue en lo que fallamos, tal vez fue nuestra inmadurez, sobre todo la mía, acompañada de malas decisiones lo que llevo a que todo acabara, tal vez, simplemente quizás sí estábamos hechos el uno para el otro, pero no era nuestro tiempo y por eso lo habíamos echado todo a perder.

La invitación para la fiesta había llegado unos días atrás y desde entonces no supe qué hacer, aunque traté de no darle importancia, mi memoria me traicionaba y traía a mi mente el evento. Raquel se encontraba en Alemania trabajando, por lo que con más razón el destino pretendía llevarme hasta donde no quería ir.

Eran las siete de la tarde de aquel día y yo seguía pensando si asistiría o no, sabía perfectamente que ella estaría allí y sería imposible no verla, esa era la razón principal por la que una parte de mí quería ir, ansiaba desde hace muchos años volverla a ver, estaba totalmente consciente que yo fui el gran culpable de nuestra separación, pero por mucho tiempo me mentí para no tomar la responsabilidad que ella equivaldría, sin embargo ya a la edad en que estaba viviendo había aceptado la culpa y reconocí que después de muchos años no podía presentarme como si nada para pedirle perdón y volver con ella, en caso de que así lo quisiera.

Había arruinado el noviazgo más maravilloso que había tenido, y eso me di cuenta con el transcurso del tiempo y de la larga lista de novias que le precedían, nadie era como ella. Sabía que solamente un milagro podía hacer que nuestro encuentro se consumara, por eso el día de la fiesta estaba nervioso, después de años de idealizar e imaginar nuestro encuentro sabía que tal vez algo cambiaría por completo, y eso me daba miedo.

Comprendía que la seguía queriendo, no obstante hasta poder verla, descubriría si aún la amaba y por eso ninguna de mis relaciones habían funcionado, incluyendo en la que ahora tenía.

Llevaba más de tres años de noviazgo con Raquel, todo mundo creía que ya era tiempo de dar el siguiente paso a nuestra relación. Aunque ella era una persona maravillosa, algo me faltaba para poder dar ese salto tan grande, cuando pensaba en eso era imposible no regresar al pasado, regresar a aquel lugar en donde algún tiempo fui feliz, regresar a Cambridge.

Puse música para calmar mis nervios, pero para mí colmo la canción que se reprodujo no lo hacía, al contrario, ponía a mi mente a trabajar más pensando en Adriana y como no, si yo también quería lo que decía la canción, The night we met de Lord Huron hacía que agonizara más.


"I am not the only traveler

Who has not repaid his debt

I've been searching for a trail to follow again

Take me back to the night we met..."


Mis recuerdos me trajeron el hermoso momento en que conocí a Adriana, lo recuerdo todo como si hubiera sido el día anterior, fue en la boda de Alfred cuando la vi a lo lejos, hermosa como siempre la recuerdo, sola al otro lado de la pista, ella había tardado un poco en darse cuenta de que yo la observaba, a pesar de ello cuando nuestras miradas se cruzaron fue la perdición, y creo que para los dos.


"...And then I can tell myself

What the hell I'm supposed to do

And then I can tell myself

Not to ride along with you..."


Me senté en la cama y miré hacia el espejo, me moría por dentro, no sabía qué decisión tomar, vi la hora, las veintiún horas me anunciaba que tenía que decidirme ya, antes de que fuera más tarde.


"... I had all and then most of you

Some and now none of you

Take me back to the night we met

I don't know what I'm supposed to do

Haunted by the ghost of you

Oh, take me back to the night we met..."


En un segundo supe lo que tenía qué hacer, corrí hacia el vestidor y tomé cualquier traje, camisa y corbata que estaba a la mano, no me importó si combinaba o no, si me veía bien o no, tenía que llegar a esa fiesta antes de que me arrepintiera.


"... When the night was full of terrors

And your eyes were filled with tears

When you had not touched me yet

Oh, take me back to the night we met..."


No me detuve a acomodarme la corbata delante del espejo, mientras bajaba las escaleras e iba hacia mi automóvil me la puse, no podía perder más tiempo del que ya había perdido.


"... I had all and the most of you

Some and now none of you

Take me back to the night we met

I don't know what I'm supposed to do

Haunted by the ghost of you

Take me back to the night we met."


Subí al vehículo y aceleré, manejé lo más rápido que podía, el destino me había citado con ella y yo no podía simplemente no asistir, había deseado tanto algo así, era como cuando esperas por mucho tiempo ver pasar un meteoro o una estrella fugaz, tal vez tardaría mucho tiempo en que volviera a suceder y no estaba dispuesto a retrasarlo más, era ahora o nunca. 

ReaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora