Capítulo 4

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Al día siguiente que desperté, no quería ver mi celular, no quería darme cuenta de que tal vez no había ni un mensaje de contestación. Bajé a desayunar, escuchaba la plática de mis padres, pero no entendía nada, mi mente estaba en otro lado y luego de dejar a la mitad mi plato, corrí hacia la habitación para descubrir la verdad, la incertidumbre me consumía.

Cuando vi mi celular descubrí que tenía un mensaje de ella, lo abrí y era un enlace de una canción, Only you de Selena Gomez se escuchó en el alta voz cuando reproduje la canción.


"Looking from a window above

It's like a story of love

Can you hear me?

Came back only yesterday

I'm moving further away

Want you near me.."


Una sonrisa se dibujó en mi rostro, ella todavía sentía algo por mí, no estaba todo perdido, aún tenía una oportunidad de recuperarla.


"...All I needed was the love you gave

All I needed for another day

And all I ever knew

Only you..."


Me acosté en la cama mientras escuchaba la canción, ahora que había comprobado lo que más quería, ¿qué debía hacer?


"...This is going to take a long time

And I wonder what's mine

Can't take no more

Wonder if you'll understand

It's just the touch of your hand

Behind a closed door..."


Corrí hacia el escritorio para redactar una carta, yo nunca había sido bueno para esas cosas, la escritura era una de las habilidades de Adriana, sin embargo esta vez quería hacer algo diferente, sorprenderla. Tardé lo que restaba del día para poder escribir algo decente, no estaba totalmente de acuerdo con el resultado, no obstante había sido lo mejor que pude.

En cuanto terminé, sin importar la hora, salí de Clarice House para viajar hasta Cambridge, no sé de dónde me había salido aquella valentía, pero estaba dispuesto a entregársela en persona, por el camino me desvié un poco para pasar a una florería y compré un ramo de rosas hermoso.

Con la misma canción de Selena Gomez recorrí todo el trayecto hasta la puerta de su departamento, estaba decidido en hacerlo. Llegué al departamento y toqué en la puerta, entonces todo aquel valor que me había conducido hasta ese lugar a la una de la mañana se esfumó, cuando ella abrió la puerta lo único que pudo ver era un pasillo solo y en el piso junto a la entrada un ramo de flores y una carta, las tomó y entró de nuevo en el departamento, yo salí de mi escondite como todo un cobarde y me dirigí hacia el auto.

Mientras me acercaba a él refunfuñando por lacobardía que acababa de hacer, no me di cuenta de que ella desde una ventana meveía alejarme. 

ReaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora