El almuerzo habia sido fantastico, Max era una persona muy graciosa y siempre hacia cualquier comentario o gesto para hacerme reir. Era atento, se preocupaba en que comiera bien y trataba de no agobiarme mucho con el tema de mi accidente.
Estabamos entrando por las enormes puertas giratorias de aquel enorme edificio cuando Artemis, junto a Damian esperaban cerca del mostrador.
- Sr. Tolimpson, necesito hablar con usted- no veia a Damian desde aquella madrugada en la que me fui de su casa en la playa, parecia una persona completamente diferente al hombre que habia pasado unos tres dias hace nada.
Estaba serio, iba vestido con un traje hecho a la medida que lo hacia ver tan imponente que daba miedo. Aquel, era la imagen de un hombre, que ha trabajo para llegar hasta donde esta ahora mismo y que no se ha ganado las cosas tan facil como las personas dicen.
Las personas normalmente juzgan a los ricos con el tipico "pagaron para obtener lo que tiene ahorita" en algunos casos era verdad, pero otros de conocia el arduo trabajo que tuvieron que vivir para llegar hasta donde estaban ahorita, y si mi presentimiento no fallaba, creo que Damian fue una de esas personas.
- Lo espero en cinco minutos en la sala de conferencias- habla- solo- termina, su mirada se centra en mi por unos cortos segundos- Bienvenida de nuevo Srta. Jones- da un ligero asentimiento con la cabeza para luego volver a mirar serio a Max, darse media vuelta y desaparecer junto con Artemis en los elevadores.
- ¿Que ha sido eso?- pregunto por lo bajo, una vez considere que estaban a suficiente distancia para no escuchar.
- Eso ha sido el dueño de esta empreza en su mejor esplandor- comenta, noto que su ceño tambien estaba fruncido, y sus hombros estaban tensos, al parecer no era nada bueno que lo citaran en cinco minutos.
- Debo irme- comento, sintiendome por unos segundos incomoda.
- Te acompaño- comenta por lo bajo.
El camino a los ascensores fue en silencio y el camino hasta nuestros respectivos departamentos aun mas. Mi cabeza no dejaba de pensar en aquellos penetrantes ojos azules, en la manera en como me habia mirado, tan insignificante y en la manera en la que se habia dirigido hacia mi.
Supongo que era profesionalidad, una cosa era estar fuera de la empresa y compartir como amigos, y estar rodeados y espectante a los ojos de todos los empleados en aquel sitio.
El resto de la tarde paso lento, mas lento de lo que esperaba la verdad, no hable en esa oportunidad con Pegie, pues seguia molesta por haberle seguido el juego a mi hermano. Entendia su motivo de cuidarme, debido a como habia mencionado antes, alguien se podia aprovechar de mi falta de memoria en estos momentos, pero Max se veia buena persona, no veia malicia en sus ojos, no entendia porque habian reaccionado asi y tampoco harua mucho esfuerzo en saberlo ya que sabia que no me dirian nada.
Decidi dejar de pensar en lo sucedido con Damian despues del almuerzo y me convenci a mi misma de que todo se trataba de profesionalidad, aunque una parte muy en el fondo de mi sabia que no era asi, que era algo mas pero no sabia que.
La hora de salida llego y decidi quedarme un rato mas para terminar de organizar algunas carpetas, Pegie se habia ido hace unos 10 minutos, y aunque habia tratado de despedirse, hice mi mejor esfuerzo en ignorarla.
No me gustaba estar peleadas con mis amigas, mucho menos sabiendo que Pegie nunca me haria algo que yo no aprobara, eso solo que, por un momento pense que pondria nuestra amistad por encima de la relacion con mi hermano.
- Ya es tarde Srta. Jones, deberia irse a casa- la voz de Damian me hace sobre saltar, haciendo que tirara algunas carpetas que tenia entre los brazos.
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Por favor, recuerdame
RomanceDamian Patner y Venus Jones son una pareja muy peculiar, sus diferencias hicieron que pronto decidieran separarse de la manera mas horrible que podrías imaginar. Venus despierta dos semanas después y tiene la sensación de que algo le falta, personas...