Capitulo 17

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Eran las 18:40 y yo ni siquiera habia comenzado a arreglar.

Me levante de la cama y me meti al baño para darme una ducha rapida. No sabia exactamente que hariamos asi que decidi colocarme un pantalon ajustado de tiro alto, una blusa color crema y unas zapatillas bajas a juego, maquille ligeramente mi rostro y desenrrede mi cabello para dejarlo suelto.

Justo cuando estaba poniendome la chaqueta el intercomunicador de la casa sono.

- ¿Diga?- hable cuando lo descolgue.

- Estoy abajo- la voz de Max se escucho al otro lado.

- En dos minutos estoy ahi- colgue.

Tome mi celular, mi cartera y las llaves de la casa, cerre la puerta detras de mi al salir y camine despacio hasta el elevador, no queria salir, esa era la verdad, pero habia reaccionado tarde y no le habia cancelado a tiempo a Max y para mi desgracia ya estaba aqui.

Cuando sali por el portal de mi edificio me alivie al ver a Max vestido informal, iba con una pantalones oscuros, una camiseta blanca que remarcaba su ya marcada figura y unas zapatillas deportivas, al menos no habia sido la unica en no esmerarme a la hora de vestirme.

- Por un momento pense que ibas a cancelarme- sonrie, dandome un beso en la mejilla, rio.

- Seria incapaz de hacer eso- mentirosa.

- Y, ¿Que tienes pensado hacer?- pregunta.

- La verdad es que no lo se- me encojo de hombros- pense que algo se te ocurriria en el trascurso de la tarde- sonrio.

- La verdad, ¿que te parece pelicula y luego cenamos?- pregunta, yo asiento y sonrio, no sonaba tan mal, me dirige hasta su auto y una vez frente a el, me abre la puerta del copiloto para poder entrar.

Me abrocho el cinturon mientras lo veo dar la vuelta al auto y entrar del otro lado. Coloca el motor en marcha y en poco tiempo comienza a rodar el auto.

Fuimos a uno de los centros comerciales mas cercanos de la zona, y cuando estuvimos frente a las carteleras del cine, ninguno de los dos tenia la menor idea de que ver.

- Terror- decia Max.

- Comedia- pedi. Ambos reimos y Max termino accediendo, hicimos la cola de las entradas y una vez las tuvimos en las manos nos dirigimos hacia las palomitas de maiz.

- Que sean dulces- comenta Max.

- Asco no- me quejo- las quiero salada.

- Sabes que no me gustan saladas- dice.

- La verdad es que no lo se- rio.

- Cierto, hagamos algo, pedimos dos, unas saladas y otras dulces, ¿Que te parece?- pregunta.

- Me parece justo- sonrio- tambien quiero chocolate- comento, cuando se acerca al mostrador y comienza a pedir.

- Lo se- dice, mirandome por unos segundos.

- ¿Como lo sabes?- pregunto levantando una ceja y cruzandome de brazos.

- Cuando eramos amigos e ibamos al cine, siempre pedias chocolate- dice, levantando los hombros, lo miro por unos segundo para luego voltear los ojos- ¿que?- pregunta.

- Me molesta que todos sepan cosas de las que haciamos juntos, menos yo. Es como si me conocieran mejor que yo misma- Max rie.

- Tranquila, poco a poco lo recordaras- afirma.

- ¿Y si no?- pregunto.

- Pues haras nuevos recuerdos- me sonrie y me guiña un ojos, yo sonrio de vuelta.

***

La verdad es que la salida no estuvo nada mal, pronto me arrepenti de si quiera pensar en haberle cancelado a Max. 

Me hizo reir gran parte de la noche y nos corrieron de la sala de cine por empezar a lanzar palomitas y comenzar una guerra de ellas dentro. Eso sin duda fue lo mas divertido de la noche.

Estabamos de pie en el portal de mi edificio, ambos riendo por algo que habia comentado Max.

- La pase genial- sonrio- muchas gracias por la salida.

- Espero se pueda repetir- me sonrie.

- Por supuesto que si, pero la proxima sin guerra de palomitas por favor- ambos reimos- quiero ver la pelicula completa y no solo los primeros quince minutos- rio.

Max me mira, cesando poco a poco su risa, da un paso mas cerca y me sorprendo a mi misma al no apartarme. 

- Siempre me has gustado- confiesa, aquello me toma con aun mas sorpresa y cuando lo veo acercar su rostro al mio, estoy tan sorprendida que no reacciono y no me doy cuenta de lo que estaba pasando hasta que sus labios rosan los mios.

De pronto, no pude evitar compararlo con los besos de Damian. Joder Venus, te esta besando un hombre ardiente y tu solo piensas en ese estupido de ojos azules, ya parale.

Max me besa, dejando caer suavemente sus labios sobre los mios y acunando mi rostro con ambas manos, al principio no respondo, pero luego me pregunto ¿porque no? Dejo cerrar mis ojos, y poco a poco respondo a su beso, mis manos rodean su cuello y meto mis dedos bajo su cabello, sus manos bajan a mi cintura y me acerca un poco mas a el.

El beso es suave, tierno, delicado. Pareciera como si no me quisiera hacer daño, por mas que no me gustaba admitirlo, no senti absolutamente nada, ni cosquillas, ni nervios, ni electricidad, simplemente fue un beso y ya. Max despega sus labios de los mios lentamente y cuando abre los ojos y me mira yo solo intento sonreir.

- Lo siento si yo...

- No, no te preocupes- le sonrio, el sonrie y vuelve a juntar nuestros labios en un corto beso.

- Nos vemos mañana hermosa- se despedi- pasare por ti a primera hora- intente decir que no era necesario aquello pero junto por tercera vez nuestros labios- que descanses- se fue casi corriendo hasta su auto, dejandome de pie en medio de la calle sin saber que decir o como reaccionar, creo que habia sido un error jugar al mismo juego que Damian, pero ya estaba aqui y sabia que mi orgullo no me dejaria echarme para atras.

Por favor, recuerdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora