Imaginas CNCO 2

Joel Pimentel #13

Porque ustedes lo pidieron y yo lo queria. 

Segunda parte de "J.P. #12"

Narra ___

—¿a qué hora vas a llegar? 

—Pues...a la una supongo, para que me de tiempo de desayunar 

—Está bien —aceptaron por fin que me quedara en casa de mi mejor amiga— no se duerman muy tarde 

Asentí mientras subía para arreglar mi maleta. No era completamente mentira que iría a dormir a la casa de Silvana pero no estaría allí todo el tiempo. Por cuestiones del destino y de lo ocupado que estaba chevalier no tuvimos la cita a la noche siguiente de...ya saben, cuando se quedó a dormir conmigo sino hasta hoy, dos meses después. 

Estaba nerviosa y la palabra se quedaba corta ¿lo vería sin la máscara? ¿en donde lo vería? ¿qué atuendo debería usar? ¿será algo casual o formal? En esos momentos detestaba el misterio de Monsieur pues solo dijo que me mandaria una carta diciendome el lugar, aun no entendía el porqué de la carta si ya tenia mi número pero me parecía algo anticuadamente hermoso.

Apenas eran las dos de la tarde y la cita era 8:30, poco más de seis horas para imaginar el momento. 

Antes de terminar de ilusionarme y para intentar pensar en otra cosa avance a mi tarea, ordene mi habitación y me di un baño. Solo habían pasado dos horas de está cruel tortura

—HIJA, BAJA UN MOMENTO —escuche gritar a mi papá ¡la carta! Baje corriendo las escaleras al punto de tropezar y caer en ellas. Ignorando el dolor en el trasero seguí mi camino, para mi sorpresa papá no tenía una carta en manos, no. Tenía un arreglo de rosas cargando— ¿debo de preocuparme por esto? 

—¿son..para mi? —pregunte 

—Eso dijo el señor que las trajo

—De acuerdo—las quise tomar pero las manos me temblaban demasiado y eso era algo pesado 

—Bien, yo te las llevo —dijo mi padre en un suspiro, lo seguí por detrás. Sabia quien las había mandado, lo sabia antes de leer la nota que vi. Seguramente mis mejillas estaban sonrojadas por esta situación— y...

—y... —dije imitando a mi progenitor que se mecía sobre sus pies

—¿quien las envía? —preguntó dándome la carta 

—Sin temor a equivocarme podría decir que son de la única persona que oficialmente te podrá llamar suegro —le sonreí

—si se atreve lo mato, me voy antes de que rompa la carta y empiece a regalar rosas a todo el vecindario —solo rei pues sabía que era verdad, ya habia pasado algo asi con mi hermana solo que los vecinos recibieron chocolates

—Entonces no preguntes —dije antes de que saliera. Abrí el sobre la carta, vaya caligrafía de este chico, era tan hermosa como solo él podría hacerla

Espero que te gusten las rosas, personalmente me encargue de que te llegaran a casa así que posiblemente cuando leas esto este pasando por tu ventana 

sin esperar un segundo corrí a ver a través de ella, habían algunas personas pero no lograba identificarlo asi que segui leyendo

 podría apostar que corriste a la ventana y al no lograr verme suspiraste frustrada, tranquila que ya me conoceras. Ansio con ansias ¿de verdad escribi eso? perdón, los nervios. Espero con ansias que llegue la noche y pueda verte opacar a la luna con lo hermosa que eres.