Hace cientos de años, existió un pueblo pequeño que habitaba entre las montañas, era gobernado por un hombre despreciable, ávaro y egoísta.
Tomaba a las mujeres adolescentes de sus casas y las mantenía encerradas en su castillo, abusaba de ellas... las tenía esclavizadas junto a él, a los hombres, los hacía trabajar arduamente, explotando minas de oro de los alrededores, eventualmente terminaban muriendo por falta de alimento, por los químicos y polvos que se introducían en sus pulmones o simplemente por heridas infectadas que nunca recibían tratamiento.
Todo el pueblo lloraba por los hombres y mujeres que día a día morían... por los riachuelos del bonito paisaje corría sangre de inocentes, morían como si de los peores criminales se tratase, cuando su único pecado... Había sido nacer en el lugar incorrecto
Existió también una pareja de enamorados, un hombre y una mujer que soportaron los maltratos e injusticias durante años. Todas las noches ella visitaba su celda, le llevaba comida y cobijas, charlaban hasta el amanecer y luego ella entraba al castillo antes de que el Rey Maldito, como lo apodaban, se diera cuenta de su ausencia. Cansados de la situación, se las arreglaron para escapar una noche, una vez fuera del castillo y de los alrededores, llegaron a un peñasco dónde las olas del mar chocaban. Se sintieron inmensamente felices y ahí mismo con la luna como testigo, sellaron su gran amor.
Creyeron que al escapar del infierno todo sería mejor, pero sólo se sintieron culpables, pues su familia y amigos se habían quedado atrás. Ella le propuso a su amante rezar a sus dioses para que les concediera la fuerza y voluntad de regresar y liberar al resto de los esclavos. Entonces, ahí mismo sobre el peñasco, se pusieron de rodillas y rezaron.
Ella rezó con devoción y sin descanso durante toda la noche y todo el día que siguió. En cambio, su pareja se quedó dormido apenas comenzó el amanecer, cuando despertó, su amada seguía rezando, sin que ella lo supiera volvió a rezar a su lado. Cumplidas las 24 horas cayeron en un sueño profundo.
Ella soñó con la luna, hecha persona. Sus cabellos eran largos y claros, tenía la piel blanca y ojos azules, sus labios eran rojos intensos, toda su figura era una obra de arte
- A partir de hoy, tú y toda tu descendencia portará mis poderes... La gente podrá llamarlos Hijos de la Luna
El hombre tuvo un sueño distinto, podía ver a un hombre fuerte, de piel bronceada, con una sonrisa encantadora, tenía un cuerpo musculoso y bien formado
- A partir de hoy, tú y toda tu descendencia portará mis poderes... Y todos podrán llamarlos Descendientes del sol
Cuando despertaron un nuevo día se avecinaba, y ellos no eran los mismos que cuando durmieron
El hombre estaba transformado en un enorme lobo blanco. Podía oír, oler y escuchar cosas que antes no podía. Sus sentidos estaban más agudos que nunca. Por otro lado, ella no mostraba cambios físicos, a excepción de unos largos colmillos sobresaliendo de entre sus labios, sus ojos se habían vuelto azules y sus uñas habían crecido, al igual que el lobo, podía sentir la tierra vibrar bajo sus pies, eran invencibles
Atacaron el castillo ese mismo día, mataron a todo caballero aliado al Rey Maldito, cada sirviente que decidió vivir para él, cada ser corrupto, asesino y violador... Por supuesto, el Rey tuvo un sangriento y terrible final. Fue como una purga para el reino... Entonces, el pueblo entero se regocijó de alegría y proclamaron a la hermosa mujer y al imponente lobo como sus nuevos reyes
Ambos seguían amándose con la fuerza del mismo océano. Pertenecían a especies distintas, sería una aberración natural que pudieran procrear, dejar esa descendencia que tanto anhelaban... O eso fue lo que creyeron

ESTÁS LEYENDO
FEAR (JEONGCHEOL)
FanfictionVampiros y hombres lobo estaban destinados a vivir separados, a luchar por su territorio y pelear contra otras especies porque así lo marcaba su naturaleza... Los Descendientes del Sol u hombres lobo contra los Hijos de la Luna o Vampiros. Dos jóven...