FEAR (JEONGCHEOL)

18

El jefe lobo calló al piso escupiendo algo de su propia sangre, con trabajo se levantó pasando su mano sobre su labio roto

- Limpia tu asquerosa sangre, lobo inútil - le ordenó Heechul

El Jefe Kim volvió a ponerse de rodillas y limpió el líquido rojo con las mangas de sus propias ropas

- Déjame ver si entendí - dijo sobando sus nudillos, con los que segundos antes había golpeado al lobo - Encontraste al príncipe, encontraste al lobo negro y - Lo miró -encontraste además a los hijos de Leeteuk, Yesung y Kangin - ¿Correcto?

- Sí, señor - admitió cabizbajo

- Lo que no entiendo, Jefe Kim - dijo caminando de izquierda a derecha frente a él - Es, ¡¿Por qué demonios no has traído la cabeza de nadie contigo?! ¡Los tenías a todos! ¡Tenías las armas! ¡Los hombres! ¡Y todo a tu maldito favor! - Volvió a abofetearlo mandándolo al suelo por segunda ocasión

- Detente ya Heechul - aconsejó Siwon

- No me digas cómo debo hacer las cosas - replicó. Donghae, Eunhyuk y Siwon, esperaban pacientemente sentados en las sillas donde tres días antes se sentaban los hombres de la Guardia junto al Príncipe

- Ví caer al lobo - comenzó el jefe Kim - Y luego al príncipe tras de él - Se puso de pie y miró a todos, tratando de convencerlos con sus palabras - ¡Es imposible que hayan sobrevivido a la caudalosa corriente! ¡Se los juro!

- Mira, jefe Kim - dijo el miembro del consejo - No me importa, si tú crees que han muerto, tu misión no termina hasta que la cabeza de ese niño bonito y el otro pordiosero estén aquí - dijo señalando la punta de sus pies - ¡No pienso arriesgar mi trono! ¡Todo está perfectamente planeado! - dijo caminando a la silla principal y deteniéndose al frente - Diremos que el príncipe murió de una rara enfermedad y la Guardia por falta de su sangre. Crearemos un decreto falso donde el príncipe de su autorización para que el consejo tome la corona, aún tengo 4 prisioneros... - caminó hasta el asiento del Príncipe, tomó el objeto circular sobre el cojinete lo puso sobre su cabeza y se sentó junto a los otros, el trono... Había sido robado

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En algún rincón del castillo, bajo sus cimientos, se encontraban cuatro celdas habitadas por los ancianos más nobles y puros del consejo. Estaban atados de manos y pies con cadenas de acero sujetas a las paredes. Todo era tan frío y húmedo, habían perdido ya la noción del tiempo, sin un rayo de luz o corriente del viento, era imposible saber si era de día o de noche, cada segundo que pasaba perdían un poco más la esperanza. Leeteuk estaba recargado sobre la pared, en la celda a su derecha se encontraba Kyuhyun, y justo frente a ellos estaban Yesung y Kangin. La oscuridad que los invadía a penas y los dejaba distinguir los bultos que formaban sus cuerpos, los únicos sonidos eran los de las gotas de agua cayendo del techo, gracias a sus nuevos oídos agudizados, Leeteuk fue capaz de escuchar los lloriqueos de Yesung al frente

- Hey... - gateó con las cadenas hasta tomar los barrotes con ambas manos - ¿Qué te pasa amigo? - Leeteuk pensó que la pregunta no podría haber sido más estúpida. Habían cientos de razones por las que su amigo de infancia podría estar sufriendo; frío, hambre, miedo, dolor por las heridas y golpes que Heechul y los otros les habían ocasionado, desesperación, preocupación por el príncipe y su futuro incierto, sí es que aún tenían uno

- Ryeowook... - gimió - No puedo creer que esté... Muerto. Los otros dos se incorporaron al igual que el mayor, para consolar al pelinegro - No vamos a salir de aquí jamás Leeteuk...

- ¡No digas eso! - le reclamó Kangin - El príncipe regresará, todos lo harán y... - su voz se fue apagando - y cuando lo hagan - las lágrimas empezaron a salir - Cuando lo hagan... Ellos nos sacarán de aquí...