FEAR (JEONGCHEOL)

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Tan pronto como Jeonghan sintió la palma del lobo sobre su zona sensible tomó la muñeca de Seungcheol, tratando de detener sus movimientos sobre su ropa. Se separó de sus labios para mirarlo

- ¡¿Q-qué haces?! - dijo entre jadeos, su respiración comenzaba a agitarse, Seungcheol no paraba de tocarlo, algo estaba creciendo bajo ese pantalón

- Lo siento príncipe - le respondió el pelinegro volviendo a atacar sus labios con fuerza y pasión - Quiero probarte más - Se incorporó un poco para quedar nuevamente sobre Jeonghan - Mira - le dijo señalando su miembro - Ya estás duro...

- ¡No me mires! ¡Debo irme! - el rubio intentó levantarse de toda la hojarasca pero Seungcheol lo tomó de los hombros y lo empujó despacio hasta que quedó con la espalda sobre el suelo

- Te haré sentir bien príncipe... - besó su cuello con desesperación, mientras con una mano bajó desde su abdomen hasta su miembro por debajo de la ropa. Jeonghan soltó un gemido, sus ojos se abrieron y comenzó a retorcerse de placer

- N-no... Déjame... - gimió. Empujaba de los hombros a Seungcheol pero sus fuerzas se habían ido, tenía horas sin alimentarse, se sentía débil y todo daba vueltas a su alrededor... Sin embargo, se sentía jodidamente bien, las manos grandes y calientes de Seungcheol, abrazando su erección eran simplemente deliciosas. Pronto dejó de poner resistencia, al contrario, cooperó con él

Dirigió sus manos nuevamente hasta el cuello del pelinegro, luego lo abrazó por la espalda, desfajó su camisa de tela y metió sus manos por debajo. Seungcheol lo miró y sonrió, entonces desabotonó la ropa de seda del rubio, besó su cuello, luego su pecho y lamió sus pezones, sacando varios gemidos de parte del rubio, finalmente, besó su estómago y bajó sus pantalones

- ¿Pero... Qué? - se extrañó el rubio - vio la forma en la que Seungcheol liberaba su erección de la ropa, la forma en la que lo miró, lo besó y luego lo metía a su boca hasta tragarlo por completo. La reacción fue tan rápida que tuvo que sentarse sobre las hojas secas. Pero Seungcheol no se detenía, tomó el miembro y lo masturbó mientras chupaba la punta - Demonios... Demonios... - gemía el príncipe. Sin poder resistir más, tomó la cabellera de Seungcheol y lo empujó hasta que sus labios quedaron en la base. Siguió con ese movimiento, estaba llegando al cielo, jamás sintió algo parecido, su cuerpo entero estaba retorciéndose, no había célula alguna que no estuviese vibrando de placer. Recargó una mano atrás miró a la luna, jamás la había visto tan hermosa.

Jeonghan sintió un cosquilleo en el estómago - Bestia... - gimió mientras jalaba sus cabellos negros - Me vengo... D-déjalo ya... - Pero Seungcheol no paró, al contrario lo lamió más rápido y más fuerte que antes. Jeonghan volvió a tirarse de espaldas mientras alzaba su cadera y destruía hojas en suo mano. Liberó su semen en la boca de Seungcheol y cayó agitado, con espasmos en su cuerpo, secuelas del orgasmo.

- Sabes exquisito - le afirmó Seungcheol lamiéndose los labios - Quiero más príncipe... Quiero llevarte a la cima - le dijo besando sus labios rojos. De pronto Jeonghan notó su gran bulto, por alguna extraña razón, también quería probarlo... Lamerlo... Hacerlo gemir tanto como él lo hizo. Pero ese día no era, pues Seungcheol estaba determinado a hacerlo sufrir de placer, retiró toda su ropa, dejando sólo su camisa blanca de seda abierta, tomó sus caderas con ambas manos y levantó su trasero hasta él, posicionado entre sus piernas, entonces vió su pequeña entrada... Lamió

- Basta maldito lobo... Detente... - dijo entre jadeos

- Ya estás bastante húmedo... Mira - dijo metiendo toda su lengua y moviéndose dentro

- Basta... Se siente... Demasiado bien... Me estoy poniendo duro de nuevo...

Seungcheol bajo las caderas de Jeonghan, se hincó entre sus piernas dejando sus miembros muy juntos. Comenzó a masturbarlo nuevamente, pero está vez con un adicional